
01/01/2025
¡Mil Gracias!
Mil gracias a Dios por el generoso regalo de su amor constante en todo tiempo. A Jesucristo, Rey y Señor de mi vida, siempre ha sido maravilloso pertenecerle y servirle.
Gracias por su cuidado y respaldo a lo largo de este año. Agradezco el consejo sabio de su palabra, que guía y dirige mi camino; por la esperanza gloriosa sembrada en mi corazón, por sus promesas que son reales y abundantes, y por la vida y los detalles que me permite disfrutar.
Gracias por fortalecerme, por darme aliento, por llevar mis cargas y por guardarme. Siempre me sorprende la manera en que lo hace. Gracias por la paz en medio de las tormentas y por responder mis peticiones en su tiempo perfecto. Su mano siempre está presente, incluso en los detalles más pequeños.
Doy gracias por las puertas que se han abierto y por las que se han cerrado, confiando en que su tiempo y propósito son perfectos. También agradezco porque me moldea según su voluntad, sabiendo que siempre es para mi mayor bien.
Gracias por su paciencia conmigo y por su presencia ininterrumpida. Gracias por su provisión, que evidencia con creces su gran fidelidad.
Mil gracias también por las personas que me han acompañado en el camino: con una sonrisa, una lágrima, un abrazo, una palabra de aliento, un consejo, una corrección o su compromiso sincero con la misión. Ellos me han ayudado a crecer, y espero ser recíproca.
Doy gracias a mi familia, a los pastores, líderes, iglesia y amigos. Cada uno de ellos es un regalo del Señor y ocupa un lugar especial en mi corazón.
Estoy agradecida por este nuevo año que comienza, con la seguridad de que el Señor cumplirá su propósito en cada vida y nos perfeccionará día tras día para la tarea a la que nos ha llamado. Confío plenamente en que, si caminamos con Él, lo mejor está por venir. Sigamos adelante con fe y esperanza, enfocados en la visión y llevando su mensaje de amor a quienes lo necesitan, para que su nombre sea conocido, para que sea adorado entre los pueblos y naciones.
Vivamos siempre agradecidos en toda circunstancia, porque es lo que nos conviene. Nada es tan serio como para que el Señor Jesucristo no pueda resolverlo. El amor de Dios jamás nos abandona. Sigamos viviendo llenos de su presencia.
Con gran expectativa de lo que Dios hará en nuestras vidas, recibimos este nuevo año con gozo y confianza. Él está de nuestro lado.
¡Feliz 2025! ¡Dios les bendiga! 🤗👣🙏🌍❤️