03/07/2025
El clamor de Mirian Roxana por su hijo Rony
En una conmovedora publicación en su cuenta de Facebook, Mirian Roxana Yamunaqué abrió su corazón ante el dolor más grande que puede vivir una madre: ver a su hijo debatirse entre la vida y la muerte, sin poder hacer nada más que orar, esperar y amar.
Su hijo, el pequeño Rony, se encuentra internado en la Unidad de Cuidados Intensivos tras un trágico accidente entre dos motocicletas ocurrido en Sechura. En el mismo hecho también resultaron gravemente heridos Saúl Eche y su menor hijo, quienes permanecen en estado crítico. Sin embargo, esta historia recoge el testimonio más desgarrador de todos: el de una madre que se aferra con todas sus fuerzas a la esperanza.
“Es tan doloroso verte así hijito, sin poder hacer nada más… sin saber si me escuchas cuando te hablo. Estoy devastada.” Así comienza su mensaje, publicado entre lágrimas y con la fe como única luz en medio de la oscuridad.
Mirian relató que el doctor fue sincero con ella: “Su hijo vino grave y sigue grave. Solo queda esperar.” Y con esas palabras, sintió que su mundo se desplomaba. Pero no se permitió rendirse. Se arrodilló, lloró sin consuelo, y le suplicó a Dios que le diera otra oportunidad a su hijo.
“Entré a verte y solo tus lagrimitas veía correr, sin decirme nada, sin saber si me escuchas… cómo me duele todo esto, mi Dios.” En ese silencio tan duro, Mirian ve señales de vida, aunque mínimas. Y por eso, no deja de hablarle, de rezar, de luchar a su manera.
Su publicación no es solo una carta a su hijo, sino también un grito de agradecimiento. Porque a pesar de la angustia, Mirian se toma el tiempo para agradecer al pueblo de Sechura, que se ha volcado con mensajes, oraciones y apoyo solidario:
“Estoy eternamente agradecida por las muestras de apoyo que me vienen dando por sus mensajes y colaboraciones. Sin ustedes, mi pueblo de Sechura, no sé qué hubiera sido de mi hijo.”
Rony aún no puede ser operado. Tiene fracturas en el rostro y en la clavícula, pero su estado es tan delicado que deben esperar. Por eso, su madre pide lo que para ella es lo más valioso: más oraciones. Para su hijo, para el niño que también lucha en UCI, y para el padre que los acompañaba.
“Estoy sufriendo mucho por mi hijito. Solo quiero que esta pesadilla termine y que mi hijo vuelva con sus hermanitas, que lo esperan en casa.”
La publicación se ha compartido y comentado decenas de veces. No solo por lo que dice, sino por lo que representa: la fuerza del amor de una madre que se niega a rendirse. La fe que se mantiene viva aunque el cuerpo se agote. La esperanza que sigue latiendo al ritmo del corazón de un niño en silencio.
Y mientras Rony permanece en esa sala, resistiendo, una madre sigue hablándole al oído, con voz temblorosa pero firme:
"Estoy aquí, hijito. Aquí estoy. Y no me voy hasta que despiertes."