19/07/2025
LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS.
La crucifixión de Jesús fue el acto supremo de amor y obediencia. Él se entregó voluntariamente para cargar con el pecado de la humanidad (Isaías 53:5–6; 2 Corintios 5:21). En la cruz, Cristo satisfizo la justicia de Dios y abrió el camino para la reconciliación del hombre con Él (Romanos 3:25; Colosenses 1:20).
Fue crucificado en debilidad, pero con su muerte venció al pecado y al diablo (Hebreos 2:14; 1 Pedro 2:24). Su sacrificio es único, suficiente y eterno para todos los que creen (Hebreos 10:10–14; Juan 19:30).
En su acto, vemos amor incondicional, justicia cumplida y gracia derramada (Juan 3:16; Romanos 5:8). La cruz no fue un fracaso, sino la victoria del Cordero de Dios.