09/08/2025
CONTRACARA: LA CLASE POLÍTICA CORRUPTA PERUANA, VIVE DE LA INGENUIDAD DEL PUEBLO.
Escribe: Yuri J. Palacios Valenzuela
La historia política peruana está marcada por una serie de acontecimientos políticos, sociales, culturales y económicos; desde la llegada de los españoles a fines del siglo XV y al fracaso de las reformas coloniales y de una república como gobierno. Juan Luis Guerra, manifiesta sobre la corrupción en las esferas políticas, como: el abuzo del poder que beneficia a pocos a expensas de amplios intereses públicos. Partiendo de dicha premisa, la corrupción es un término que carece de una definición estable y es difícil alcanzar un término común o universal que pueda definir a una sociedad perversa; donde la ingenuidad del pueblo hacia los políticos de turno, siempre se da en periodo electoral, siempre marcada por las variadas publicidades electorales y propuestas carismáticas de cambio y trasformación; como si fuera un sueño que parece un error conceptual, el de mesclar lo irracional con lo lógico, las fantasías políticas con los hechos y los deseos con la realidad.
Cuando la política en sí, es la esencia más pura, es el de servir al pueblo; pero la historia en el Perú, nos remonta a las épocas más oscuras de los gobiernos corruptos desde la conquista de los españoles, pasando por la independencia del Perú y las diversas reformas emprendidas hasta la actualidad, donde, sus gobernantes elegidos democráticamente estuvieron y están inmersos en actos de corrupción; como es el caso del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000). Es hablar del gobierno más corrupto del Perú, donde la Sala Penal Especial de la Corte Suprema lo juzgó por los siguientes procesos relacionados a los Derechos Humanos, corrupción y peculado: 1) Caso la Cantuta – Barios Altos, el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer en los sótanos del Servicio de Inteligencia del Ejército; 2) Caso interceptación telefónica, medios de comunicación y congresistas tránsfugas; 3) Caso 15 millones de nuevos soles por pago de compensación por tiempo de servicio de Montesinos. Pero, Alberto Fujimori no habría actuado solo. Su accionar habría sido orquestado desde las sombras junto a Vladimiro Montesinos, ideólogo del más nefasto gobierno. Luego de su renuncia como presidente de Perú, desde Japón. Asume, Valentín Paniagua como presidente del Perú (2000-2001).
Esto nos conlleva a diferentes sucesos políticos, donde, hablar de los expresidentes del Perú, es hablar del sistema corrupto que se enquisto en la élite política, como también es el caso del Cholo de HARVARD, que se dio, como una figura política, luego la marcha de los cuatro suyos contra uno de los gobiernos más corruptos del siglo XX como es el caso del Fujimontesinismo, marcha que fue encabezada en su momento por las diferentes organizaciones políticas del Perú, especialmente de izquierda. En ese momento, se encontraba liderada por el partido político de “Perú Posible” del expresidente de la Republica Alejandro Toledo Manrique (2001–2006). Que hoy, está condenada a más de 20 años de prisión por colusión y lavado de activos por recibir dinero de la constructora brasileña ODEBRESHT de más de US$ 35 millones de dólares a cambio de otorgarle una licitación pública para construir 650 kilómetros de carretera Interoceánica que une Brasil con el sur del Perú.
También se encuentra, el sonado caso de corrupción del dos veces presidente de la República del Perú Alan García Pérez (2006–2011), conocido con el apelativo de “caballo loco”, si su primer gobierno fue desastroso (1985–1990), en su segundo gobernó no se libra de los actos de corrupción, donde fue acusado según la fiscalía por haber recibido cerca de US$ 24 millones de dólares de parte de ODEBRECHT, tanto para financiar su campaña a la presidencia, como para beneficiar a la constructora de obras relacionadas con el Metro de Lima y la Carretera Interoceánica, que posteriormente golpearon anímicamente a Alan García, pidiendo asilo político a la embajada de Uruguay, aduciendo que existía persecución política contra su persona, ese fue el fin de su existencia política, donde su muerte (suicidio) está envuelto en un oscuro suceso hasta la fecha, así acabo su vida un 17 de abril del 2019, como un cobarde que no quiso enfrentar la justicia.
El pueblo al fin esperanzado en un cambio, donde un militar podría gobernar con la jerarquía que necesita un país, aparece un militar en la historia del Perú, artífice del Levantamiento de Locumba junto a su hermano Antauro Humala un 29 de octubre del año 2000 y posteriormente candidato a la presidencia de la república con un lineamiento político “la hoja de ruta”, que posteriormente de ser electo presidente, se desmarco de dicho proyecto traicionando y dando la espalda al pueblo. Finalizado su gobierno, a la fecha, el expresidente purga condena de 15 años, tras ser declarado culpable de recibir aportes ilícitos del expresidente venezolano Hugo Chávez y de la empresa brasileña ODEBRECHT para sus campañas presidenciales del 2006 y del 2011 y del respectivo asilo político en Brasil de su esposa Nadine Heredia.
La historia no ha cambiado, en un país como el Perú, sigue su historia de corrupción como es el caso de Pedro Pablo Kuczynski (2016–2018), quién sería el primer mandatario destituido por incapacidad moral, por el escándalo de la constructora OBREDECHT; donde la fiscalía en su momento pidió 35 años de prisión contra Pedro Pablo, por el sonado caso que puso a temblar a muchos presidentes, donde ODEBRECHT reconoció haber configurado un sistema de sobornos por más de US$ 788 millones de dólares en sobornos a funcionarios de gobierno, partidos políticos y candidatos, con el único fin de recibir ventajas en los contratos de obras públicas y en el desarrollo de sus negociaciones en distintos países.
Luego de la destitución, quien asumió la presidencia de la Republica fue Martin Vizcarra (2018–2020), quien disolvió constitucionalmente el Congreso de la República y llamó a elecciones complementarias; donde Fuerza Popular (Keiko Fujimori) en dicho periodo tuvo 73 congresistas obstruccionistas al gobierno. Para Vizcarra, sus actos de corrupción estarían relacionados cuando él fue Gobernador de la Región de Moquegua entre los años 2011 y 2014. El año 2020 también se da un lamentable hecho histórico para la Humanidad a nivel mundial y es el inicio de la pandemia llamada COVID-19. Ese mismo año 2020, por tercera vez en algo de más de dos años, Perú ha visto caer un presidente en circunstancias turbulentas, ahondando la crisis política, siendo presidente Manuel Merino Lama por 5 días constitucionalmente, que, luego fue obligado a renunciar por el mismo congreso por las muertes de Inti Sotelo y Brian Pintado a causa de la crisis social y de las marchas sociales que se dieron a nivel de todo el país. Hoy héroes de una nefasta democracia. Así, Francisco Sagasti Hochhausler (2020–2021), se vuelve en el tercer presidente de Perú en una semana.
Luego de una convulsionada política y de una crisis de salud a nivel mundial, se dan unas elecciones con restricciones sanitarias, para elegir al siguiente mandatario peruano Pedro Castillo Terrones (2021–2022), que fue elegido contra viento y marea, gracias al antifujimorismo que en ese momento lo lideraba Keiko Fujimori, donde no reconocía su derrota electoral y manifestaba, hay fraude. Pero, el gobierno de Pedro Castillo no duraría mucho debido a la fractura política interna de Perú Libre y la traición de Vladimir Cerrón y de muchos de sus congresistas. Oportuno espacio político para la oposición, quien lideraba Fuerza Popular y otros aliados políticos como: Alianza para el progreso, Acción Popular, Avanza País, Renovación Popular, Somos Perú, etc., que aprovecharon el error político del presidente al querer disolver el congreso del Perú, y que hoy enfrenta una investigación por el delito de rebelión tras el frustrado golpe de Estado, que fue bien aprovechado por un congreso desleal y corrupto, al buscar intereses mezquinos de cómo llegar al 2026.
Para esto, fue pieza clave Dina Boluarte Zegarra (2022–2026), donde se secuestró la democracia a costa de apetitos personales y al aval de una nefasta presidenta constitucional, que a la fecha tiene varias denuncias, como es el caso de presunta responsabilidad en lesiones leves y graves a heridos durante las protestas sociales entre diciembre 2022 y febrero de 2023, por colusión agravada - caso Qali Warma, por enriquecimiento ilícito agravado y omisión de consignar declaraciones en documentos - caso Rolex, por encubrimiento personal al líder de Perú Libre Vladimir Cerrón – caso “el Cofre”, por el presunto delito de omisión de funciones y, de la forma alternativa, abandono del cargo – caso cirugías estéticas.
Esta es la realidad de un gobierno, de un gobierno peruano, donde la democracia ha sido secuestrada por un poder político y donde se ha enquistado la corrupción y así terruquear al pueblo, para saquear las arcas del estado a costa de un pueblo ingenuo, que solo es utilizado para cada elección electoral, como un derecho ciudadano. Este es el Perú de hoy, el Perú del bicentenario, de los más de 200 años de independencia.