30/10/2025
30 Octubre
Salmo 121: Seguros en Dios
v.1- 8 “A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
6 De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.”
Este salmo es el sentimiento de un hijo amado, protegido, seguro y confiado en Dios. Él vela por nosotros, nada lo distrae ni lo intimida, así que, estamos a salvo, lo cierto es que siempre necesitaremos el incansable cuidado de Dios en nuestras vidas.
¿De qué otro lugar podría venir nuestra ayuda? ¡Nadie más nos ayuda! Sólo Dios.
Él es todo, y sin él no tenemos nada.
Enviará a sus ángeles para que nuestro pie no resbale, cuántas veces hemos estado a punto de caer, pero algo por dentro hemos sentido que nos ha fortalecido… ese era Dios mismo; aquel que nunca duerme, el que siempre vela por nosotros. A veces me siento desprotegida, y escuchó la voz de Dios que me dice deja de ti misma, que yo lo puedo hacer mucho mejor que tú. El cuidado de nosotros mismos está basado en el temor, tenemos miedo a depender totalmente de Dios y no sabemos si Él nos responderá o no, somos de los que tenemos un plan de respaldo, le decimos a Dios “Tú tienes el control” pero si veo que demoras entonces comienzo yo a ayudarte. Deja el control de todo en las manos de Dios, Él te cuida, Él es tu sombra protectora, Él tiene un plan para ti, y es mucho mejor que nuestro plan. ¡Confía, que no serás decepcionado!
Salmo 139: 5-8 “Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.
6 Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.
7 ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?¿A dónde podría huir de tu presencia?
8 Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.”
Los ojos de Dios están posados sobre cada uno de nosotros. Él nos mira en todo momento. Sabe lo que hacemos y lo que deseamos hacer. La protección de Dios nos envuelve por completo. No podemos alejarnos de Él, y esa es una excelente noticia. Dios te protegerá de todo mal, cuidará de los tuyos, velará tu camino y su protección será para toda la vida.