01/07/2025
😥🗣Se me hace difícil aun procesar todo, y no encuentro las palabras correctas porque duele tu ausencia, no sé cómo empezar a despedirte...
Tal vez deba empezar por el comienzo, de cómo te conocí.
Esta foto fue una de las primeras que nos tomaron a p***s comenzaron las clases en la UNMSM, en el 2010.
Nos molestaban tanto todos, a pesar que nosotros ni cuenta nos dábamos, pero poco a poco en todas esas tardes que me acompañabas al paradero de Alfonso Ugarte, en el Guadalupe... donde conversabamos horas y horas, empezó a nacer algo.. tan chiquillos, tan inocentes, y al poco tiempo nos convertimos en el primer amor universitario del otro, y en esa inocencia ambos descubrimos muchas cosas, locuras que solo tú y yo sabemos.
Te involucraste en mi vida familiar, fuiste muy amable con mi mami, muy engreidor con mi hermana, quién lo diria que ese acercamiento hizo que ella te guardara un tremendo cariño durante todos estos años y tú siempre correspondiendole, y cada que podias me amenazabas diciendome "dale un abrazo a mamá Marthita, PERO SE LO DAS!".
Tantos recuerdos especiales... fuimos nuestro primer viaje "de pareja" en el 2010 (claro, junto con Lester), Piura ahora alberga esas aventuras. También cómo olvidar cuando... paradojicamente... me cantaste "Que me alcance la vida" en las escaleras de la explanada de la facu (con Lester de corista), las cartas a mano que me escribias. En esa inocencia, me regalaste mi primer "anillo de compromiso", con una promesa de amor, que después de que nos separamos, se convirtió en una promesa de amistad, que con el tiempo se afianzó, con un cariño y respeto recíproco, nos aconsejabamos, fuimos alguna vez el paño de lágrimas del otro, nos contábamos los mal de amores, y tambien los problemas de la vida de ser adultos, pero tu siempre optimista, afrontando todo con esa sonrisa tan contagiosa, era inevitable reir a carcajadas siempre que hablabamos, me alegrabas, claro, siempre molestandome o haciendome tus bromas, pero que va... asi eras tú y eso admiré siempre de ti.
Siempre me demostraste el cariño muy especial que me tenias y en este último tiempo aun más, nos volvimos más cercanos, continuamente comunicandonos, a pesar que no podiamos vernos seguido.
Vi como empezó tu pasión por el andinismo, me compartias tus peripecias, y yo me quedaba asombrada, era lo tuyo, no cabe duda del amor que siempre le tenias a la naturaleza, y no solo ahí, eras de los tipos que no se podia quedar quieto, siempre haciendo una cosa u otra, armando, construyendo con sus herramientas, haciendo huertas, sembrando sus plantitas, también, un buen dibujante, a veces músico (con tu quenita), y un increible abogado... tantas cualidades, multifacetico. Excepcional.
Cómo olvidar tu apoyo en un momento muy dificil para mi, te conmoviste de la situación de mi mami, de la pérdida de mi abuela, tus llamadas recurrentes nunca faltaron para darme fuerzas. El vernos después de este tu último viaje, fue una promesa que se quedó inconclusa, nunca me imaginé que iba ser asi, de esta manera. La vida es tan frágil, cuesta aceptar tu partida, tu ausencia, qué importante es decir las cosas en su momento, porque no se sabe si habrá un después, qué gran lección nos dejas.
Viviste la vida a tope, pocos se atreven hacer lo que tu hiciste, vivir su pasión, vivir lo más posible con intensidad... sumándole además que fuiste muy correcto con la vida al ser un gran hijo, hermano, tío, compañero, luchador, justiciero y sobre todo, un gran gran amigo.
Siempre hablabas de trascender, y tu lo hiciste, te fuiste como los grandes, movilizando a todo un pais, por tu caso se salvaron otras vidas, un clásico de ti, siempre queriendo ayudar... al final fuiste un héroe... héroe, como aquella canción de Enrique Iglesias que cantabas al teléfono mientras me dormia, y sí, fuiste mi héroe, mi apreciado amigo Efra.
Hoy te de digo adiós, quizás con el corazon roto, porque ya no te veré, ya no escucharé tu voz, ya no escribirás... pero con la promesa que nos veremos de nuevo en alguna otra vida.
Sé que aun te quedaba mucho por recorrer, pero tu eras grande, estabas hecho para un mundo mejor que este.
Se que viniste a despedirte, te soñé 3 dias antes de saber de tu desaparición, me pareció raro, pero ahora lo entiendo, y sabes, trataré de cumplir lo que me pediste en ese sueño.
Gracias por haberme permitido compartir un pedacito de tu vida conmigo, me enseñaste muchas cosas, me hiciste mejor con tus consejos, gracias por todo el cariño, los detalles, por los recuerdos felices que me dejas, curioso que nuestras últimas conversaciones hablábamos y recordábamos aquellas épocas. Te extrañaré.
Pudiste no existir en este mundo, pero tuvimos la fortuna de conocerte, y que con tu luz hayas tocado varias vidas. Fueron solo 34 años que nos regalaste, pero tus recuerdos, aventuras y enseñanzas quedarán para toda una vida.
Harás mucha falta, el mundo ha perdido un gran ser humano, pero tu legado permanecerá. Nunca te olvidaré.
Hasta siempre, sigue escalando más y más alto, y fúndete con el cielo, mi muy querido Efrain.
Fuente ::La crónica