30/10/2025
🔥CÓMO CONOCER A MILLONARIOS DE VERDAD
No necesitas conocer a los más ricos de Forbes. Solo necesitas comprender cómo piensan los que ya resolvieron el juego que tú recién estás aprendiendo a jugar.
Esto significa conocer a empresarios exitosos y millonarios locales. Y para eso lo primero que tienes que hacer es lo siguiente:
Número Uno, entender la psicología de estas personas.
Número Dos, entender el juego.
Número Tres, entender la estructura detrás del juego.
La Psicología de los Exitosos y Millonarios a través de HABILIDADES MASCULINAS 📙
Los ricos se dividen en dos grupos: los que se han hecho a sí mismos y los que son ricos por herencia. Por lo general – y esto es válido para el rico que valora el trabajo – los ricos son personas que comparten ciertos rasgos:
➩ INTELIGENCIA: Quizá no son las personas más cultas y preparadas, pero el rico tiene una cierta inteligencia que es la que le ha permitido llegar a donde ha llegado y, sobre todo, mantenerse allí. Esto no quiere decir que es más inteligente que los demás, solo quiere decir que en materia económica y de negocios es inteligente. Por tanto, debes ir con esa premisa: la persona que ha triunfado económicamente es inteligente. No puedes subestimarla.
➩ ENFOCADOS: Los ricos buscan el máximo rendimiento, por tanto, valoran su tiempo. Incluso cuando parece que no están haciendo nada, es altamente probable que en su mente estén “cocinando algo.” Es una segunda premisa: No intentes conocer a un rico haciendo que pierda lo que más protege: su tiempo.
Un rasgo más:
➩ Los ricos están rodeados de oportunistas. No eres el primero que buscará acercarse a su círculo, pero como todos los hacen buscando “obtener algo”, ellos tienen una tendencia a pensar que tú también quieres pedirles algo.
Tienes que razonar sobre esa base. Y darte cuenta que los millonarios no te abren la puerta por lástima, ni por simpatía.
Las puertas se abren cuando demuestras que tienes criterio, ejecución y respeto por el tiempo.
Ahora bien, lo siguiente es comprender que tienes que aprender a vibrar en su misma frecuencia, aunque aún no tengas sus resultados.
Recuerda el principio que dice que “los iguales se atraen”, que las “aves del mismo plumaje vuelan juntas” o el principio Bíblico que dice: “hierro con hierro se afila.”
Esto quiere decir que el crecimiento ocurre entre iguales o superiores, nunca entre opuestos incompatibles. Y si quieres ir más profundo, la clave es comprender que con ese versículo Las Escrituras no hablan de exclusión, sino de sintonía: El hierro no se afila con madera. Se afila con hierro. En la vida, el carácter afila el carácter, la visión afila la visión. La riqueza afila la riqueza.
Así que esa es la regla de HM📙: para conocer a exitosos cuando todavía no eres exitoso, debes primero convertirte en alguien interesante. Eso es vibrar en su misma frecuencia. ¿Cómo hacerlo? Cultivando los valores que ellos practican.
⇨ Todavía no tienes un imperio, pero ya estas empezando uno.
⇨ Todavía no eres el hombre más ocupado, pero eres puntual.
⇨ Todavía no tienes un patrimonio, pero tienes conversación.
⇨ Todavía no tienes experiencia, pero tienes espíritu de servicio.
Ellos verán que eres uno de los suyos que recién está entrando al juego. Y entender esto es la antesala porque para entender cómo se mueven — ver el juego invisible detrás del dinero— hay que conocer el tablero, porque allí está la puerta de acceso.
ENTIENDE EL JUEGO.
Un día mi Papá me dijo algo que, al principio, no entendí pero conforme pasan los años más lo comprendo: “Haz crecer las cosas pequeñas.” Era su manera de resumir la parábola de los talentos.
Y eso es exactamente lo que aplica para el network en los negocios: para llegar a las grandes ligas, primero debes campeonar en la liga local. Y esto por una razón que siglo atrás Maquiavelo anotó en El Príncipe: “A medida que aumenta el poder, crece la distancia entre el soberano y los hombres comunes.”
Me explico:
Mientras más grande es la fortuna, más dificil es acceder al afortunado. Tiene sentido. Las probabilidades de que conozcas y hagas negocios con uno de los cinco hombres más ricos de tu país es de una en un millón. Pero las posibilidades de conocer al empresario más exitoso de tu zona son del noventa o cien por ciento.
Y ese empresario te llevará a otro más grande, y ese a otro, y así, cuando menos acuerdes, estarás codeándote con pesos pesados.
Esa es la primera regla: haz crecer las cosas pequeñas.
Conoce a la persona más exitosa de tu entorno y cultiva esa relación.
La segunda es: no veas a esos empresarios como vacas que hay que ordeñar, sino como leones que hay que reconocer.
No te estoy diciendo que te vuelvas un adulador y compres tus rodilleras.
Solo aprende a reconocer el esfuerzo ajeno, a valorar el éxito del otro desde la posición del ganador en construcción. Admiras, valoras y respetas lo que hace, pero lo haces como alguien que también está ejecutando.
Mira, esta es la verdad: A los empresarios los llaman para cobrarles, para pedirles o para reclamarles. Su mente va de problema en problema.
Así que cuando viene alguien y reconoce su esfuerzo, hace un corte… y esa es tu ventaja. Solo debes ser prudente, concreto y diferente:
No llegues como un oportunista, llega como cliente.
Antes de hacer contacto, compra.
Luego espera el momento adecuado, acércate sin interrumpir y dile algo real:
“Hola, soy [tu nombre]. Felicidades por lo que está haciendo, me gusta cómo ha creado este concepto de lavado de autos…” (Aquí mencionas algo que realmente valores de su negocio).
Haz una pausa, deja que la conversación fluya, y luego pide un consejo:
“Estoy empezando un pequeño negocio de ropa y a veces las cosas no salen como esperaba. Si tuviese que darme un consejo para conseguir buenos trabajadores, ¿qué me recomendaría?”
Hasta aquí has hecho dos jugadas inteligentes:
➩ Le pediste un consejo, no un contacto, no que te recomiende con alguien.
➩ Te mostraste como alguien que ya está haciendo. No te has puesto en la posición de simple aprendiz que desde la tribuna quiere hacer. Te has presentado como un jugador que ya está en la cancha.
Tu siguiente jugada es evaluar la calidad de esa respuesta. Y esto requiere tu criterio. (Recuerda, si primero no desarrollas tu criterio, no vas a tener nada)
¿Ese empresario tiene mentalidad de maestro o solo de operador de negocio?
¿Habla con respeto de su gente?
¿Transmite generosidad o ego?
Repito: Afina tu criterio. Lee HM📙. No todo el que gana dinero sabe enseñar; Y no todo “exitoso” es un buen ejemplo.
Si ves señales positivas, cultiva la relación con elegancia:
vuelve semanas después y coméntale cómo te fue aplicando su consejo.Esa es una jugada maestra: demostrar que aplicas, que accionas y no te quedas en la escucha pasiva.
Las Mejores Conexiones.
Un joven me comentó que asistía a eventos de negocios "para hacer contactos." No estoy en contra de los eventos, solo quiero que consideres lo siguiente: hay eventos y eventos.
Los eventos en todo caso son para captar nuevas ideas, acceder a nuevos enfoques, pero no son el mejor lugar para hacer conexiones.
Primero, porque cuando un evento es gratuito allí suele ir gente que está igual o peor que tú. Y más que movimiento, buscan motivación.
Segundo, la gente que realmente se está moviendo de nivel no asiste a esos eventos. Ellos asisten a actividades premium. Cuando algo es de ticket bajo o masivo, no es para hacer conexiones. El precio es en sí mismo un filtro.
Tercero, usualmente los jugadores más pesados asisten a estos eventos como oradores, invitados especiales, no como espectadores. Te puedes tomar una foto con ellos, pero eso no es hacer networking. Además, al ir como oradores y tu como espectador, la dinámica cambia: no te perciben como un igual.
Repito: puedes asistir a un evento para aprender, acceder a ideas, enfoques, perspectivas. Pero no tanto para conexiones, salvo tengas un plan o estrategia, porque incluso un evento "malo" puede servir si lo usas bien: conoces a alguien de tu nivel, practican juntos, se impulsan. No todo networking es vertical.
Mira, a pesar de eso, la realidad indica que los mejores contactos de negocio se hacen en el campo. Tu cliente, tu proveedor o tu jefe pueden ser la llave del siguiente nivel.
Ahora bien, todo esto —estas jugadas, estas estrategias— no tienen sentido si no entiendes el tablero donde se juega.
El éxito no se sube, se orbita. No se conquista por esfuerzo, sino por la gravedad que generas cuando te vuelves valioso.
Por favor, entiende eso: vuélvete valioso y gente más valiosa querrá que seas parte de su círculo. Las Escrituras lo dicen en Proverbios: "Si eres competente en tu trabajo, delante de los reyes estarás; no estarás delante de los de baja condición.”
EL TABLERO Y SUS ÓRBITAS
Tienes que comprender cómo está diseñado el juego. Repito: no veas el ascenso como una escalera en la que debes ir escalón por escalón.
El ascenso en el mundo de los negocios es más como el universo: se organiza por gravedad.
Cada persona y cada empresa tienen una masa que atrae oportunidades según su nivel de orden, capital y reputación. Y esa gravedad forma tres órbitas, tres niveles donde se mueve la economía real.
La primera órbita es la operativa — El nivel del oficio.
Aquí están los que hacen: vendedores, técnicos, emprendedores, profesionales independientes. Su capital no es el dinero, sino la habilidad.
Cómo piensan: “Mientras más trabajo, más gano.”
Qué valoran: la calidad, la puntualidad y la palabra cumplida.
Qué los frena: limitado entendimiento estrategico.
Tu meta aquí es simple: orden. Tu reto es convertir tu trabajo en un sistema predecible, dejar de ser un operador y convertirte en un jugador que puede ser observado por las personas que están en la siguiente órbita.
La Segunda Órbita es la estratégica — El nivel de la estructura.
Aquí están los que organizan: líderes, gerentes, empresarios medianos.
Su capital ya no es la habilidad, sino la estructura: equipos, sistemas y flujos que trabajan incluso cuando ellos descansan.
Cómo piensan: “Mientras mejor funcione el sistema sin mi, MEJOR. Quiero libertad.”
Qué valoran: eficiencia, información y autonomía.
Qué los frena: la falta de criterio o la dependencia excesiva.
Tu clave aquí es resolver sin complicar.
Si tu presencia simplifica procesos, facilita los resultados, los estratégicos te integran.
Si tu presencia genera ruido, te alejan de su circulo.
La tercera órbita es la del capital — El nivel del poder silencioso.
Aquí están los que multiplican: inversionistas, socios, propietarios.
Ya no piensan en ingresos, sino en flujo, retorno y legado.
Cómo piensan: “No compro cosas, compro tiempo y control.”
Qué valoran: confidencialidad, precisión y compromiso leal.
Qué los frena: la falta de confianza o reputación.
Tu única llave aquí es la CLARIDAD. Lee HM. Te elevará presencia.
Debes hablar su idioma: rentabilidad, riesgo, reputación.
Una conversación valiosa puede pesarte más que un año de insistencia.
Aquí lo que tenemos que comprender es, primero, ubicarnos: ¿en qué orbita estamos?
Segundo, ¿en qué orbita está la persona que quiero conocer? A partir de allí puedes identificar con más precisión qué ofrecerle.
Tercero, esto te permite comprender cómo se asciende entre órbitas. No se sube por suerte, ni por contactos: se asciende por transferencia de confianza.
Graficamente se ve así:
Consejo → pides una orientación práctica.
Evidencia → aplicas, mides y vuelves a mostrar resultados.
Ascenso → ese resultado hace que te recomienden sin pedirlo.
Esa es la manera de ganar influencia y acceder a mejores conexiones.
Recuerda esto:
Mientras más alta la órbita, más silencioso el entorno. Mientras más valiosa la persona, y mientras grande es su negocio, menos ruidoso es su círculo y más valora la claridad, la confianza y la reputación.
Y esto debemos entenderlo porque, como escuché un día: en el juego de la riqueza no gana el que más corre, sino el que mejor entiende dónde está parado y hacia dónde se mueve.
Bien, en un siguiente post hablaré sobre la estructura detrás del juego para que terminemos de profundizar esta idea porque lo esencial no es conocer millonarios; lo esencial es convertirse en alguien que los millonarios quieran oír.
Por lo mientras puedas ir leyendo Habilidades Masculinas 📙