23/10/2025
El Estado de Emergencia no sirve si no se derogan las leyes pro-crimen
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La declaratoria del Estado de Emergencia no resuelve la crisis del país. Es una medida reactiva, autoritaria y cortoplacista, usada para aparentar control mientras los verdaderos responsables siguen legislando en beneficio del crimen.
Porque, seamos claros: ¿de qué sirve militarizar las calles si el Congreso aprueba leyes que favorecen a los delincuentes?
Hoy existen normas que debilitan a los fiscales, reducen p***s, liberan prontuariados y atan de manos a la justicia.
Son leyes hechas a la medida de la corrupción, de las mafias políticas y del crimen organizado.
Mientras tanto, el Estado de Emergencia se convierte en espectáculo: soldados en las calles, derechos suspendidos, miedo en lugar de confianza. Esa no es una política de seguridad; es una política del miedo. Y el miedo nunca construye paz.
El Estado de Emergencia no trae paz: trae silencio.
Silencio en los barrios, miedo en las plazas, desconfianza en los hogares. Porque cuando la justicia se calla y el poder se impone, la democracia se apaga.
El problema del Perú no está en los barrios: está en las leyes que debilitan al Ministerio Público, que frenan a los fiscales, que reducen p***s y benefician al lavado de activos y al crimen organizado. Esas son las verdaderas bombas que destruyen el país desde adentro.
El verdadero camino no pasa por los militares, sino por la decencia y la reforma profunda:
* Derogar de inmediato todas las leyes pro-crimen.
* Fortalecer la independencia del Ministerio Público y del Poder Judicial.
* Garantizar seguridad con inteligencia, no con represión.
* Atender las demandas sociales de fondo: desempleo, desigualdad y abandono.
Queremos seguridad, sí.
Pero seguridad con dignidad, con empleo, con oportunidades, con respeto.
No con soldados apuntando a jóvenes ni con políticos blindando a sus socios.
Cada vez que el gobierno o el Congreso apuestan por la fuerza en lugar del diálogo, nos alejan más de la democracia.
El Estado no se defiende con tanques ni balas:
se defiende con justicia, con verdad y con respeto a su gente.
Porque mientras existan leyes que protegen a los criminales y silencian a los ciudadanos, ningún Estado de Emergencia servirá para nada.
El Perú no necesita más estados de emergencia.
Necesita un Estado de decencia.