14/11/2025
DON ARTURO RIVERA HERNÁNDEZ (1917–1997)
Hijo de Florida, patriota, trabajador y deportista del pueblo
Nacido en 1917, en el corazón del barrio Coto Sur Manatí, Arturo Rivera Hernández llegó al mundo en una familia grande, trabajadora y profundamente arraigada a la tierra. Fue hijo de Don Felipe Rivera Robles jayuyaño de origen, jornalero de caña y de Doña Gregoria Hernández Martínez, mujer de temple, natural del mismo Coto Sur.
Don Felipe, como muchos hombres de su generación, se movió según se movía la agricultura. Los registros censales lo muestran trabajando como jornalero de finca cañera, primero en Manatí (1920-1930) y después en Florida Adentro para la década de los 1940, cuando la expansión agrícola del norte atrajo a decenas de familias.
En ese hogar humilde y laborioso crecieron catorce hermanos, entre ellos Julia, Cruz, Virgilio, Gertrudis, María, Luis G., Felipe, Francisca, Inocencia, Inocencio, Santos, Julio, Juan, además de la pequeña Petrona que falleció el mismo año de su nacimiento. Ese ambiente de familia numerosa forjó en Arturo el sentido profundo de responsabilidad, solidaridad y disciplina valores que marcarían toda su vida.
Los primeros años de Arturo coincidieron con una época compleja para Puerto Rico. La isla, recién salida del huracán San Felipe (1928) y luego del San Ciprián (1932), vivía entre la pobreza, las luchas obreras y la dependencia del monocultivo de la caña. En ese mundo crecieron Arturo y sus hermanos, caminando por caminos de tierra, trabajando desde niños en las labores agrícolas y estudiando en las escuelas rurales de la zona.
Los censos de 1920 y 1930 lo registran viviendo con sus padres en Manatí, en una comunidad campesina estrechamente unida. Eran tiempos en los que los niños aprendían temprano a usar el machete, a recoger caña, a cargar agua y a colaborar en la finca familiar.
Pero también fueron años en los que el deporte floreció en los campos del norte. La pelota, el boxeo y las carreras a pie eran las pasiones de los jóvenes. Según la tradición oral de Florida,Puerto Rico Arturo perteneció a esa generación de deportistas naturales, fuertes por el trabajo físico y disciplinados por la vida campesina. Se destacó por su habilidad atlética y su espíritu competitivo, lo que más tarde lo convertiría en una figura recordada con cariño en la comunidad.
El 11 de junio de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, contrajo matrimonio en Florida con Doña Amelia De León Barreto (1919–2015), miembro de una de las familias más antiguas y respetadas de Florida Adentro. La unión Rivera-De León consolidó lazos entre dos ramas familiares que habían compartido tierra, trabajo y vecindad por generaciones.
De este matrimonio nacieron:
Arturo Rivera De León
Aida Rivera De León
R. Elsia Rivera De León
Eunice Rivera De León
Brunilda Rivera De León
La casa Rivera De León, como muchas en Florida Adentro, se convirtió en un centro de convivencia familiar, reuniones deportivas y conversaciones sobre los cambios sociales que llegaban al campo.
En las décadas de 1940 y 1950, Florida entonces aún barrio de Barceloneta vivió un auge deportivo extraordinario:
softball, boxeo, juegos de pelota en la antigua finca de caña, y eventos deportivos organizados por líderes comunitarios.
La tradición oral señala a Arturo Rivera Hernández como uno de los atletas más respetados y queridos del pueblo, reconocido por su disciplina, habilidad y espíritu deportivo. Formó parte de la generación que preparó el terreno para que, décadas más tarde, Florida llegara a tener figuras deportivas de renombre y equipos emblemáticos.
Su nombre aparece repetidamente en recuerdos familiares, anécdotas de la comunidad y conversaciones de los mayores, donde se le describe como:
Competitivo, respetuoso, Humilde y talentoso orgullo del deporte local
Falleció en 1997, dejando un legado amplio:
Un ejemplo de disciplina, humildad y esfuerzo. La memoria viva de un deportista natural, querido por los florideños. La presencia orgullosa de un patriota que honró su tierra y su apellido.
Hoy, su nombre continúa resonando como uno de los hijos de Florida, representante de la generación que levantó al pueblo con trabajo, honor y espíritu deportivo.
FUENTES DE INFORMACIÓN
Registros oficiales
Registro Civil de Puerto Rico, 1805–2002
(Nacimiento, matrimonio y defunción según aparece en “Puerto Rico, Registro Civil, 1805–2002”.)
Testimonios familiares y comunitarios recopilados, historia oral.