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                                        Así que, querida mía, cuando llegues a vieja, no intentes enseñar nada a nadie, aunque estés segura de tener la razón. Recuerda cuánto te molestaba cuando los mayores te daban consejos sin que los pidieras. Tú tampoco los seguías, ¿verdad?.
No ayudes si no te lo piden. No te metas donde no te llaman. Y, sobre todo, no trates de proteger a los tuyos de todos los males del mundo: solo ámalos, eso basta. 
No te quejes de tu salud, ni del gobierno, ni del vecino que pone la música fuerte, ni de la pensión que nunca alcanza. No te conviertas en una viejita gruñona.
No esperes gratitud de tus hijos. Recuerda: no existen los hijos desagradecidos, sino padres ingenuos que esperan agradecimiento. 
No digas frases como “cuando yo tenía tu edad…”, “yo les di los mejores años de mi vida…” o “escúchenme, que soy mayor y sé más…”. ¡Qué pesadas suenan esas palabras!.
Si tienes nietos, no insistas en que te llamen por tu nombre. Si te dicen “abuelita”, acéptalo con orgullo: es el título más hermoso que existe. No gastes tus últimos ahorros en tratamientos milagrosos para rejuvenecer. No sirven. Mejor gástalos en un viaje o en un antojo que te saque una sonrisa.
No te maquilles en la oscuridad ni te mires demasiado tiempo al espejo. No te engañes. Solo trata de verte elegante, no joven. Créeme, es mucho mejor así. 
Cuida a tu compañero, aunque se haya vuelto un viejito arrugado, olvidadizo o de mal humor. Recuerda que alguna vez fue fuerte, alegre y que te hizo reír. Tal vez ahora tú seas lo único que le queda.
No te obsesiones con la tecnología ni con entender todo lo nuevo. No tienes que estar al día en todo. Haz lo que te dé la gana… mientras todavía puedas. No te culpes por nada. Hiciste lo que pudiste, con lo que tenías, en el momento que te tocó. Y eso ya es mucho.
Conserva tu dignidad hasta el final, pase lo que pase. Haz siempre tu mejor esfuerzo, porque sí importa. Y nunca olvides esto: si todavía estás viva, es porque alguien, en algún lugar, todavía te necesita.
Texto extraído de la red
créditos q quien corresponda                                    
 
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                         
   
   
   
   
     
   
   
  