16/08/2025
Una carta para la niña que fui.
Mi querida pequeña,
¿Cómo explicarte todo lo que se avecina en tu camino? Habrá momentos en que las lágrimas caerán como lluvia, pero cada una de esas gotas te va a ayudar a crecer más fuerte. Van a venir noches largas llenas de preguntas sin respuesta, aunque con el tiempo vas a descubrir que llevabas las respuestas con vos desde siempre.
El miedo va a tocar a tu puerta más de una vez. La sensación de estar perdida también va a aparecer. Sin embargo, quiero que sepas algo importante: nunca vas a estar verdaderamente sola. Dentro tuyo existe una luz poderosa, más brillante de lo que podés imaginar ahora mismo.
Sí, va a haber quiebres. Momentos donde vas a sentir que todo se desmorona. Pero también va a haber reconstrucciones hermosas. Te vas a levantar cada vez con nuevas piezas, más resistentes y luminosas. Esas situaciones que hoy te parecen crueles e incomprensibles, mañana las vas a ver como las mejores maestras que pudiste tener.
No tengas prisa por crecer. No intentes adelantar capítulos de tu historia. Aprovechá cada momento de juego, cada risa espontánea, cada sueño que parezca imposible. La adultez va a llegar por sí sola, trayendo responsabilidades que hoy ni siquiera conocés. Cuando eso suceda, vas a necesitar estos recuerdos dorados como un refugio donde descansar el alma.
Protegé esa voz tuya, aunque ahora te parezca pequeña e insignificante. Un día va a resonar con fuerza increíble, abriendo puertas donde otros solo ven muros. Tu voz va a ser el instrumento que use tu corazón para tocar el mundo.
Si pudiera abrazarte en este momento, te susurraría estas palabras al oído: las heridas van a sanar más rápido de lo que creés, y la felicidad que te espera supera cualquier cosa que puedas soñar hoy.
Con todo mi amor,
Tu yo del futuro