03/08/2025
🌿 Calmar el cuerpo, calmar la mente: Cómo relajar tu sistema nervioso para sanar tu estómago
Muchas personas que viven con gastritis o síndrome de intestino irritable (SII) sienten que su cuerpo está en constante alerta. Comen algo y sienten que el estómago se inflama. Tienen acidez y ya están buscando qué tomar para apagar el fuego. Les duele el abdomen, y su mente se acelera con preguntas como: “¿Qué comí? ¿Qué me cayó mal? ¿Y si nunca se me quita esto?”
Lo entiendo. Vivir con síntomas digestivos es agotador. Pero hoy quiero invitarte a hacer algo distinto: no pelearte con tus síntomas, sino escuchar a tu cuerpo desde otro lugar.
Porque sí, hay algo que a veces olvidamos: nuestro sistema digestivo no es un aparato aislado. Está íntimamente conectado con nuestro sistema nervioso. Y eso lo cambia todo.
🧠💛 Estómago y cerebro: una autopista bidireccional
El intestino tiene una red de más de 100 millones de neuronas, y se le llama el “segundo cerebro”. A través del nervio vago, el cerebro y el intestino están en constante conversación.
Cuando estamos en estrés, ansiedad o miedo, nuestro cuerpo entra en modo “alarma”. Y entonces, el sistema digestivo disminuye su motilidad, se inflama con más facilidad y los gases o alimentos fermentados pueden activar receptores que le dicen al cerebro: “¡Algo anda mal!” Aunque en realidad no haya un peligro real.
Por eso, no solo es importante lo que comes. También es fundamental cómo estás emocionalmente, cómo duermes, cómo respiras y cómo piensas.
🧘♀️ Paso a paso: Técnicas para relajar tu sistema nervioso (incluyendo el nervio vago)
Aquí te dejo algunas estrategias que puedes empezar hoy mismo, con constancia y cariño hacia tu cuerpo:
1. Respiración diafragmática lenta (3 minutos, 3 veces al día)
• Siéntate o recuéstate. Coloca una mano en tu pecho y otra en tu abdomen.
• Inhala por la nariz en 4 segundos, asegurándote de que se eleve el abdomen (no el pecho).
• Exhala lentamente por la boca en 6 segundos.
• Repite durante 3 minutos.
¿Por qué funciona? Estimula el nervio vago, activa el sistema parasimpático (“modo calma”) y mejora la motilidad intestinal.
2. Gárgaras con agua o canto suave (2-3 veces al día)
• Haz gárgaras con agua por 30 segundos, o canta una canción suave en voz alta.
• Esto también estimula el nervio vago y ayuda a “despertar” la conexión cuerpo-emoción.
3. Masaje abdominal en sentido horario
• Con las manos tibias, masajea tu abdomen suavemente en círculos, siguiendo el sentido de las manecillas del reloj.
• Puedes hacerlo acostado, con música relajante.
4. Pausa de gratitud corporal
• Cierra los ojos, pon una mano sobre tu abdomen y piensa:
“Gracias, cuerpo, por todo lo que haces por mí, incluso cuando me cuesta confiar en ti.”
• Este simple gesto envía una señal de seguridad a tu sistema nervioso.
🧠 ¿Y los pensamientos? También influyen en tu digestión
Además de calmar el cuerpo, es necesario calmar la mente. Muchas personas con SII o gastritis viven atrapadas en pensamientos como:
“Esto nunca se va a quitar.”
“Ya me inflamé otra vez.”
“¿Qué comí ahora? Seguro fue eso…”
“¿Qué me tomo YA para que se me quite?”
Este patrón genera más estrés, más activación, y por lo tanto, más síntomas. La solución no es ignorar lo que sientes, sino cambiar tu relación con los síntomas. Aquí algunas claves:
✨ Entrenando la mente para soltar el control
1. Detecta el pensamiento automático
“Ya me inflamé otra vez, qué horror, ya arruiné todo.”
2. Respóndele con una frase de calma
“Estoy sintiendo incomodidad, pero mi cuerpo sabe autorregularse. No tengo que solucionarlo todo ahora.”
3. Evita el escaneo corporal constante
No necesitas estar preguntándote cada hora si tu estómago está mejor. Pon atención a tu día, no a tu síntoma.
4. Haz una pausa antes de buscar “qué tomar”
Pregúntate: ¿necesito algo ahora, o puedo darme unos minutos para ver si mi cuerpo se regula solo?
5. Entrégale tiempo a tu cuerpo
La sanación no es lineal. Tu cuerpo no necesita que lo apresures, sino que lo acompañes con paciencia.
🛠️ Herramienta final: Mantra de calma digestiva
Puedes escribir esta frase y repetirla cuando te sientas alterado/a:
“Mi cuerpo no está roto, solo está pidiendo calma. Puedo respirar, sentir, soltar y confiar. No tengo que forzar nada para que mi sistema se autorregule.”
🌸 En resumen…
Calmar tu sistema digestivo no solo se trata de comer “lo correcto”. También se trata de relajar tu sistema nervioso, suavizar tus pensamientos y dejar de pelear con tu cuerpo.
Cuando eliges acompañarte con cariño, en vez de exigirte una solución inmediata, tu cuerpo empieza a sentirse seguro.
Y en un cuerpo que se siente seguro…
la sanación es posible.
FUENTE Vanessa Mendoza