08/11/2025
Las investigaciones muestran que acariciar a un perro puede reducir la presión arterial tanto en humanos como en perros, gracias a sus efectos fisiológicos calmantes.
En las personas, de 15 a 30 minutos de caricias suaves se han relacionado con una disminución de hasta un 10% en la presión arterial y el ritmo cardíaco. Este beneficio está asociado a un aumento de la oxitocina la “hormona del vínculo” y una disminución del cortisol, la principal hormona del estrés.
Los perros experimentan efectos similares. Ser acariciados por un humano de confianza puede reducir su ritmo cardíaco y presión arterial, brindándoles consuelo y seguridad. La relajación mutua beneficia a ambas partes, creando una sensación compartida de calma.
La Asociación Americana del Corazón señala que tener un perro también está relacionado con una mejor salud cardiovascular, incluyendo presión arterial más baja, niveles de colesterol mejorados y menor respuesta al estrés.
Los expertos creen que este mecanismo se debe a la combinación de la reducción de las hormonas del estrés y el aumento de las hormonas de la relajación, con la oxitocina como protagonista.