09/02/2025
🔥La aplicación del Atalaya destaca los vínculos entre lo que los profetas hacen espiritualmente y lo que un oficial similar haría en el ámbito natural.
Por lo tanto, la palabra "Shamar" otorga a los profetas el estatus de guardianes espirituales, guerreros, ejecutores sobrenaturales y guardianes de las iglesias de Dios. (Véase Jeremías 17:16 y 50:6-7 como ejemplos).
Además, nuestra palabra shamar identifica a un profeta que rodea para retener y cuidar, como se hace con un jardín. La autoridad espiritual del profeta actúa como una valla o guarnición alrededor de una congregación asignada para protegerla de daños, ataques o intrusiones demoníacas.
La protección contra los intrusos, como se entiende aquí, incluye protección contra el deterioro, la destrucción, la invasión y las amenazas que resultan de intrusos espirituales y humanos en la iglesia.
Hay ocasiones en que herejes o renegados descarriados se unen a una iglesia solo para sembrar la destrucción en ella. La mirada atenta del profeta residente puede detectar a estas personas y causarles malestar espiritual, de modo que se sienten incómodos entre el rebaño y se marchan rápidamente. Esta táctica siempre la emplean los ocultistas del vecindario de la iglesia.
Por otro lado, en las congregaciones donde se rechaza la profecía, la misma situación puede tener resultados desastrosos.
Para cuando los líderes de la iglesia se dan cuenta de las astutas manipulaciones de los renegados errantes, suele ser demasiado tarde.
Por lo general, la generosidad excesiva, la ayuda manifiesta y el voluntariado frecuente al principio oscurecen sus tácticas.
Por lo tanto, el motivo oculto que los trajo a la iglesia se esconde bajo una apariencia de buenas obras: obras de caridad. Las brujas y otros ocultistas destructivos se valen de esta táctica para infiltrarse y contaminar las iglesias que atacan. Pueden pasar meses, años e incluso décadas antes de que se descubra el plan sin una mirada profética perspicaz y respetada. Mientras tanto, innumerables almas pueden perderse para la Iglesia a causa del curso libre que le ha dado un saboteador de la oscuridad.