
07/26/2025
Querido Dios, gracias por este día. Gracias por decirme la verdad sobre mi vida. Hay tantas voces que intentan moldear la forma en que me veo a mí mismo, pero quiero escucharte. Tu palabra en Romanos 8:1 dice: «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús». Dios, estoy muy agradecido por esta promesa y por cómo me ves. No me definen mis errores ni lo que piensen los demás. Me define lo que dices. Gracias por decirme que soy amado, elegido y perdonado. La ansiedad, la vergüenza y la duda a veces intentan invadir mi mente para decirme lo contrario, pero cuando esto sucede, ayúdame a defenderme con tu verdad. Quiero vivir desde la confianza en quién soy en ti, no desde el miedo ni la vergüenza. Gracias por reemplazar las mentiras con gracia y la confusión con paz. En el nombre de Jesús, amén.
El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan de verdad. -Salmo 145:18