11/19/2025
En Turquía, un apicultor llevaba noches sin poder dormir porque un grupo de osos entraba constantemente en su colmenar para devorar toda la miel que tanto le costaba producir. Intentó de todo: cercas más altas, luces para espantarlos, ruidos fuertes, pero nada lograba mantenerlos alejados.
Hasta que en el año 2019, decidió cambiar totalmente de enfoque, y en lugar de seguir luchando contra ellos, optó por convertirlos en parte de su equipo. Colocó varias bandejas con diferentes tipos de miel y dejó que los osos “escogieran” la que más les gustara. El resultado fue inesperado; una y otra vez los animales iban directo a la miel más pura y de mayor calidad. Su olfato y su gusto resultaron ser mejores que cualquier equipo de análisis rápido.
Desde ese momento, aquellos antiguos “ladrones” se convirtieron en los catadores oficiales del apicultor.