14/07/2025
José Arechavala: el nombre que Cuba olvidó, pero sigue bebiendo
José Arechavala Aldama no aparece en los libros de texto en Cuba, pero cada vez que alguien descorcha una botella de ron Havana Club, su legado sigue vivo... aunque convenientemente borrado de la etiqueta. Emigrante español llegado de Oriñón (Cantabria), fundó una pequeña destilería llamada “La Vizcaya” en Cárdenas, y desde ahí levantó un imperio que no solo producía ron: también hielo, azúcar, electricidad, astilleros y empleo digno para miles de cubanos. Arechavala fue un industrial adelantado a su tiempo, un alcalde filántropo y uno de los pilares del desarrollo económico de la isla en el cambio de siglo.
Su familia lanzó en 1934 el ron Havana Club, símbolo de modernidad y refinamiento. Pero tras el triunfo de la revolución en 1959, el régimen castrista expropió todo sin compensación. A los Arechavala los sacaron del país, pero no del mercado: durante años lucharon por recuperar sus marcas, mientras el Estado cubano continuaba vendiendo el ron usando la etiqueta… pero eliminando cualquier mención al apellido que lo creó. En 1994, Bacardí adquirió los derechos de la marca en EE. UU., donde hoy comercializa su propia versión del verdadero Havana Club. Así que ya lo sabes: el ron que el régimen vende como “cubano auténtico” fue robado a una familia que puso a Cárdenas en el mapa, pero que terminó en el exilio. Su historia, como muchas en Cuba, no está en los museos, pero sí en cada trago con historia que aún lleva su receta... aunque no su nombre.