07/12/2025
El hipódromo olvidado: cuando Marianao era glamour y no ruina
En pleno corazón de Marianao, La Habana, existió lo impensable para los que solo conocen la Cuba del cemento y el discurso monocorde: uno de los hipódromos más sofisticados del continente. Sí, en serio. Allí corrieron los mejores jockeys del mundo, se cruzaron estrellas de Hollywood, boxeadores legendarios, y hasta Luis Chevrolet, el de la marca de autos, se paseó por sus instalaciones. Se llamaba Hipódromo Oriental Park, y fue inaugurado el 14 de enero de 1915, con diseño de los mismos arquitectos que firmaron el Capitolio Nacional. Tenía entrada gratuita, capacidad para 8.000 personas, pista moderna, restaurante, terraza de apuestas, jardines, mansión para jinetes y tecnología avanzada: fotofinish, controles antidopaje y tribunales para fraudes. Todo eso, en Marianao, antes de que el polvo y el silencio lo cubrieran.
Durante los años 40 y 50, el Oriental Park era el lugar para ver y ser visto. Se corrían cientos de carreras al año, se apostaban fortunas, se lucía moda importada y nacional. Era la alfombra roja tropical. Pero llegó 1959, y con él, la tijera. El régimen revolucionario decidió que el hipódromo era “centro de vicios”, lo cerró y lo borró del mapa. La pista fue tapada con hormigón, las gradas convertidas en parqueo, y el club, en oficinas en ruinas. Ninguna placa, ningún homenaje. Solo el olvido bien planificado. Porque la historia que no conviene, se calla. El Oriental Park no era solo carreras: era cultura, comunidad, modernidad. Hoy, pocos saben que existió. Pero si llegaste a leer esto, ya conoces la verdad. Cuba no siempre fue ruinas y consignas. También fue brillo, apuestas y vida elegante. Comparte si crees que recordar no es delito.