
06/13/2025
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La mujer que dejó de hablar.
La mujer que dejó de hablar no perdió la voz, perdió las ganas.
La mujer que se conformó a una relación para no perder lo que tenía, no se dio cuenta que ya lo había perdido todo: a ella misma.
La mujer que perdió su ser no se apagó de golpe, fue cediendo poquito a poco, cada vez que dijo “está bien” cuando en realidad quería gritar “no”.
Esa mujer se pregunta todos los días qué hace ahí. ¿Por qué no se va?
Y aunque no lo dice en voz alta, su alma lo grita cada vez que sonríe con los ojos apagados.
Pero ella sueña.
Sueña con lo que fue y con lo que podría ser.
Recuerda la vez que tuvo la oportunidad de un nuevo amor…
Una nueva esperanza tocó su puerta, pero no la abrió.
La dejó pasar.
Por miedo.
Por las cicatrices que aún dolían.
Por el temor de volver a entregarse y que la rompieran otra vez.
Y así, sigue…
Con el corazón lleno de palabras que no dice
y los ojos mirando hacia un horizonte que ya no promete nada.