18/09/2025
Nicaragua no se mide solo en kilómetros de tierra ni en fronteras marcadas en un mapa. Se mide en la fuerza de su gente, en la nobleza de quienes luchan día a día, en la sonrisa humilde que no se rinde ni siquiera ante las dificultades.
Es valiosa por sus volcanes encendidos que cuentan historias de resistencia, por sus lagos inmensos que reflejan la esperanza de un pueblo que nunca deja de soñar. Por su café, su maíz y sus tradiciones que saben a raíz, a identidad y a orgullo.
Pero, sobre todo, Nicaragua es valiosa por su gente: trabajadores, solidarios, firmes ante la adversidad. Aquí la palabra hermano no se usa en vano; aquí la mano siempre se tiende, el saludo siempre se da, y el corazón late con la certeza de que ningún obstáculo es más grande que la voluntad de salir adelante.
Nicaragua no solo es un país: es un espíritu que se lleva en la sangre, es coraje, es amor profundo y es memoria viva. Porque quien nace en esta tierra o la hace suya, entiende que ser nicaragüense es llevar siempre un pedazo de valor en el alma.