06/22/2024
Así era viajar en avión en la década de 1930. Las sillas, que parecían hechas de mimbre, y las ventanillas que se podían abrir para disfrutar del aire fresco en pleno vuelo. ¿Cinturones de seguridad? No, aún no se utilizaban en ese tiempo.
En aquellos años, los aviones volaban a altitudes mucho más bajas que las actuales, entre 900 y 1500 metros. Hoy en día, los aviones comerciales vuelan entre 9000 y 12000 metros de altitud. En ese entonces, la cabina no estaba presurizada.
La velocidad también era distinta. En la década de 1930, los aviones comerciales tenían una velocidad crucero de entre 240 y 300 km/h, limitada por la tecnología de propulsión de la época.
Los vuelos de aquella época ofrecían una experiencia completamente diferente a la actual. El ruido de los motores era constante, y el confort a bordo era mínimo. Sin embargo, el espíritu de aventura y la emoción de volar eran incomparables. Las aerolíneas de entonces se esforzaban por ofrecer un servicio exclusivo, a menudo dirigido a los viajeros más acomodados.
La tripulación, compuesta mayoritariamente por hombres en esos primeros días de la aviación comercial, desempeñaba múltiples roles. Los pilotos eran considerados auténticos pioneros, y los asistentes de vuelo a menudo ayudaban con la carga y descarga de equipaje, además de atender a los pasajeros durante el viaje.
A pesar de las limitaciones tecnológicas y de confort, volar en aquellos tiempos era un símbolo de progreso y modernidad. Los aeropuertos comenzaban a construirse en las principales ciudades, y la aviación comercial abría nuevas posibilidades para el transporte y el comercio.
La evolución de la aviación desde aquellos días ha sido extraordinaria. Desde los materiales de construcción hasta la navegación y seguridad, cada aspecto del vuelo ha avanzado significativamente. Hoy en día, volar es más seguro y accesible que nunca, pero es fascinante recordar cómo comenzó todo y apreciar cuánto ha cambiado.
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