
20/03/2025
Una realidad dura pero cierta es que la familia no siempre es sinónimo de apoyo incondicional.
Muchas personas se aferran a la idea de que los lazos de sangre garantizan amor, respeto y respaldo, pero en la práctica, muchas familias son fuente de toxicidad, manipulación y conflictos. No todos los familiares quieren verte crecer; algunos pueden envidiarte, sabotearte o simplemente no comprender tus aspiraciones.
El problema es que la sociedad impone la idea de que debes tolerarlo porque “es tu familia”, lo que lleva a muchas personas a aceptar dinámicas destructivas solo por obligación. La verdad es que tú puedes (y debes) elegir quiénes son tu verdadera familia, basándote en valores, respeto y reciprocidad, no solo en la biología.