
08/03/2025
Hijo, no me debes nada. No tienes que ser el mejor, ni cumplir expectativas que no te pertenecen. No tienes que ganarte mi amor con logros, ni temer decepcionarme. No espero que seas perfecto, solo que seas tú.
Fui yo quien eligió traerte al mundo. Fue mi decisión extender mi historia a través de ti, no al revés. Por eso, no estás aquí para hacerme sentir orgulloso, estás aquí para vivir tu propia vida, y yo tengo el privilegio de acompañarte.
Soy yo quien te debe todo: tus risas, tus abrazos, tus miradas que me recuerdan por qué vale la pena cada día. Gracias por enseñarme a amar de forma más profunda, por ser mi motivo de fuerza, por recordarme que la felicidad está en lo simple.
Si algún día espero algo de ti, es esto: que seas feliz, de verdad, con lo que elijas, con quien elijas, siendo quien eres. Porque tu felicidad será siempre mi mayor logro.