
10/03/2025
"Desde que tengo memoria, he sido huérfana. Hace casi 20 años, me encontraron en la puerta de una iglesia: una niña con un vestido amarillo, llorando y apretando fuertemente una foto. Desde entonces, ha sido la única conexión con mi pasado ""invisible"". No puedo expresar con palabras cuánto anhelaba el abrazo de una madre de verdad, pero nunca estuvo destinado a ser...
Ahora tengo 24 años y tengo a Thomas. Él es la persona que siempre busco, mi mejor amigo. A menudo sentía que nos conocíamos de toda la vida, pero nunca supe lo unidos que éramos.
Un día, encontramos un verdadero tesoro en un mercadillo: una cámara vieja. ¡Y fíjate, incluso tenía película! La trajimos a casa, y como Thomas ya había revelado película antes, en una hora teníamos las fotos en nuestras manos. Sentimos que viajábamos en el tiempo... Una a una, las revisamos hasta que Thomas se acercó, entrecerrando los ojos. Espera, ¿no eres tú? ¿La de la sonrisa amplia y las coletas?
Respiré hondo, me acerqué y... ¡Era yo! Thomas sostenía un duplicado de esa misma fotografía, mi único recuerdo del pasado. ¿Cómo era posible...? Pero un grito cercano interrumpió mis pensamientos: ""¡Esto es increíble, Sylvia! Aquí estás con un vestido amarillo, y a tu lado, soy yo...""
Me llamo Silvia y esta es mi historia."