11/02/2025
EL VILLANO DE TITANIC NO ERA EL VERDADERO VILLANO
Lo presentaron como arrogante, controlador y frío.
Pero si te detienes a analizarlo, verás a un hombre que cumplía con su rol de proveedor al pie de la letra. Le pagó a ella y a su madre un viaje en el barco más lujoso del mundo.
Les ofreció un camarote privado, seguridad, joyas, el diamante más grande, arte, estatus... todo. En su mente, estaba haciendo lo correcto. Estaba construyendo, ofreciendo, protegiendo. Jugando su rol como hombre de alto valor... al menos, en lo que respecta a recursos.
Entonces aparece Jack, el “vago de la colonia”. Sin dinero, sin un plan de vida, sin más que su carisma, tiempo libre y ganas de vivir el momento. No tenía nada, pero le ofreció algo que muchos hombres con todo pierden: emociones intensas. Le dio atención total. Le vendió libertad. Le ofreció la ilusión de ser
“vista” y comprendida.
Y en apenas tres días, ella cambió su lealtad. Se dejó dibujar desnuda, lo siguió por los pasillos del barco, y traicionó sin culpa a quien le estaba ofreciendo el mundo... por alguien que no podía darle nada, excepto una experiencia emocional fuerte.