07/15/2025
La historia de Steven y Kenesha
En setiembre de 2019, Steven Weber viajó de vacaciones con su novia a Tanzania, para alojarse en una lujosa habitación sumergida en el mar, a unos 250 metros desde la orilla de la isla Pemba.
Todo estaba listo, luego de 3 días en el lugar el hombre ya había planificado la mejor sorpresa para Kenesha, su novia.
Primero la llevó hasta la parte más baja de la habitación, con la mejor vista del fondo marino. Luego, le pidió que lo esperara allí mientras él ascendió para lanzarse al agua desde el exterior.
En seguida, con una nota escrita a mano y un anillo en el bolsillo, buceó durante varios segundos hasta llegar a la ventana donde estaba Kenesha, y le pidió matrimonio desde el otro lado del cristal.
La nota decía:
"No puedo contener la respiración lo suficiente como para decirte todo lo que amo de ti, pero todo lo que amo de ti, ¡Lo amo cada día más!".
“¿Te casarías conmigo?”
Luego de ello, Steven trató de nadar rápidamente hacia la superficie pero lastimosamente no lo logró, y tampoco llegó a escuchar la respuesta que tanto anhelaba.
La obvia respuesta que era "sí… un millón de veces".
Weber nunca pensó en el tiempo que le tomaría volver a salir del agua, y sin darse cuenta, había agotado hasta su último aliento para permanecer al lado del cristal, tratando de hacer que ese instante sea el mejor de sus vidas… un gesto que, tristemente, le terminó costando la suya.
A veces en nuestro intento por crear el momento perfecto, olvidamos que lo más valioso ya está frente a nosotros: la vida misma y las personas que amamos. Steven no necesitaba un gesto grandioso para demostrar su amor, porque su entrega ya lo decía todo.
Que su historia nos recuerde que los detalles más simples y compartidos con el corazón, valen más que cualquier espectáculo.