
22/06/2025
Quizás este sea el post más sincero que he escrito en 34 años. ✍🏻
Estos días en México han sido profundamente enriquecedores.
Pero también me han servido para ver con claridad todo aquello que definitivamente NO quiero en mi vida.
He identificado patrones y comportamientos que ya no resuenan conmigo.
He estado en espacios, con personas y situaciones… que sentí vacías. Sin alma.
Y hace tiempo tomé una decisión:
Si algo no vibra con mi esencia, prefiero dejarlo ir. Sin culpa. Sin miedo.
Pero claro que estos días también conocí gente increíble… Personas humildes, sencillas, auténticas.
También conocí y vi a varios “tiburones” de esta pecera digital que no para de crecer… pero que, como dije antes, sigue creciendo sin alma.
Un mundo de cifras, de miles y millones de dólares, contratos estratosféricos y KPIs (muchos inventados, sí, inventados) que dejan poco espacio para lo genuino. 🤔
Un mundo que gira tan rápido que termina dejando atrás a muchos… Y genera, sin quererlo, una presión silenciosa que se convierte en ansiedad por “alcanzar el éxito”.
Mira, escribo esto desde el alma… Con los pies en la tierra y el corazón conectado con Dios,
para que cuando llegue a esas metas que tanto anhelo, pueda volver aquí… Leer estas palabras y recordar quién soy.
Todo esto porque sé muy bien lo que es tener éxito, lo que es tener algo de fama o relevancia en cierto ambiente.
Y si, definitivamente NO quiero en mi vida un mundo ficticio donde las personas pierden su esencia, donde no son capaces de responder un mensaje tuyo de admiración o de simplemente querer reunirse contigo para arla normal y que luego se hagan los locos porque “reciben tantos mensajes de tantas personas que no tienen tiempo de responderte”.
Creo que eso es parte fundamental de conservar la humildad real, no una etiqueta temporal.
Quiero seguir rodeado de lo que vibra, de lo que suma, de lo que tiene alma.
Y si a ti también te pasa que, de vez en cuando, necesitas hacer una pausa para volver a ti…
TE ENTIENDO.
Gracias, Dios, por los momentos incómodos.
Esos que despiertan. Que sacuden. Que me recuerdan lo que de verdad importa.
Gracias por leerme. 🩵