
08/04/2025
🇺🇸🇨🇳 | Guerra arancelaria continua.
El peor de los resultados posibles tras la imposición de aranceles del 104% a China podría ser una escalada total de la guerra comercial, con consecuencias graves tanto económicas como geopolíticas.
1. Colapso del comercio bilateral.
• China y EE. UU. podrían seguir subiendo aranceles hasta niveles insostenibles.
• Muchas empresas dejarían de importar/exportar entre ambas potencias.
• Se paralizan cadenas de suministro globales, afectando productos como electrónicos, automóviles, alimentos y farmacéuticos.
2. Recesión global.
• Los mercados financieros podrían sufrir desplomes prolongados.
• La incertidumbre reduciría inversiones y consumo.
• Las economías emergentes (como Venezuela, México o Brasil) sufrirían efectos colaterales por la caída del comercio global y la demanda.
3. Inflación en EE.UU.
• Los precios de productos importados desde China (ropa, tecnología, electrodomésticos) subirían drásticamente.
• Esto golpearía especialmente a consumidores de ingresos bajos y medios.
4. China intensifica represalias.
• Restringe exportaciones clave como tierras raras, necesarias para productos tecnológicos y defensa.
• Boicotea marcas estadounidenses como Apple, Tesla o McDonald’s en su mercado interno.
• Busca alianzas más fuertes con Rusia, Irán y otros rivales de EE. UU., debilitando la influencia global americana.
5. Mayor polarización y nacionalismo.
• Ambos países podrían usar esta confrontación para fortalecer posturas políticas internas.
• La tensión podría extenderse a otras áreas como ciberseguridad, tecnología (por ejemplo, semiconductores), diplomacia y defensa.
En resumen: una guerra comercial total y prolongada podría desestabilizar la economía global, disparar los precios en EE. UU., dañar gravemente a empresas y consumidores, y empujar al mundo hacia una nueva Guerra Fría económica y tecnológica.