30/07/2025
Del coche salió con vida… pero sin su familia.
En un abrir y cerrar de ojos, todo cambió.
Una familia que viajaba con esperanza, con planes, con risas en el auto, terminó envuelta en una escena que nadie desea presenciar… ni recordar.
La mañana de hoy en la carretera federal 307, tramo Felipe Carrillo Puerto – Tulum, parecía como cualquier otra. Sol brillante, motores encendidos, y gente que se dirigía al trabajo o a sus cuestiones cotidianas.
Ellos iban a Chiapas. Tal vez a visitar abuelos, tal vez de vacaciones. Iban juntos, completos. La madre, el padre, su hijo adolescente, y la más pequeña, con once años y toda la vida por delante.
Pero cerca de la comunidad de Tres Reyes, el destino los esperaba con brut4lidad.
Una van de la UNTRAC con número económico 16 y su vehículo particular colisionaron. No hubo tiempo de nada. Ni frenos. Ni oraciones. Solo el estruendo seco, la maleza que tragó a la van, y los restos de un coche convertido en ruinas.
De ese amasijo de hierros, solo ella salió con vida. Con un brazo roto… y el alma hecha pedazos.
Quedó ahí, en el pavimento, rodeada de sirenas y gritos. No encontraba a sus hijos. No sentía la mano de su esposo. Gritaba nombres que ya nadie respondería.
En el hospital, fue ella quien preguntó:
¿Dónde están?
Los doctores bajaron la mirada. No hay forma humana de decirle a una madre que su niña de once, su muchacho de dieciséis y el amor de su vida ya no volverán a abrir los ojos.
El mundo se le fue en ese instante. Como si se apagara todo. La luz. El sonido. El sentido.
Ahora será esa mujer que camina lento. La que mira hacia ningún lado. La que entra sola a casa y escucha un eco hueco.
Ya no habrá risas infantiles.
Ya no habrá ruido de platos ni zapatos tirados.
Ya no habrá "buenos días" ni “te amo”.
Solo queda ella…
Y una memoria que le repite una y otra vez cómo salieron todos juntos y cómo regresó sola.
Este no fue solo un accidente más. Fue el quiebre total de una historia familiar.
Tres vidas se apagaron. Una quedó atrapada entre el dolor y el silencio.
Y mientras las autoridades investigan, la sociedad olvida, y los autos siguen transitando como si nada, una madre la única sobreviviente intenta sobrevivirse a sí misma.
🖤 Que el cielo les abrace.
🕯️ Que la tierra les recuerde.
Y que ella, algún día, pueda despertar sin que le duela tanto estar viva.