24/07/2025
Ozzy y Sharon Osbourne: Un amor que resistió lo impensable
La historia entre Ozzy y Sharon Osbourne es una de esas que desafía la lógica, marcada por la intensidad del amor y los abismos del caos. Se conocieron a fines de los 70 cuando Sharon era apenas la hija del temido manager Don Arden, y Ozzy, el vocalista recién despedido de Black Sabbath. Sharon vio más allá del desorden y creyó en él cuando pocos lo hacían. Fue ella quien lo impulsó a formar su carrera solista, con Blizzard of Ozz en 1980.
Pero no fue fácil. Su padre, Don Arden, se opuso ferozmente a la relación y, durante años, mantuvo un conflicto abierto con su hija. Sharon rompió vínculos con él y se lanzó de lleno a apoyar la carrera de Ozzy, incluso enfrentándose a demandas y amenazas. Fue un primer acto de lealtad que selló su unión con Ozzy.
Los años 80 y 90 estuvieron plagados de excesos, escándalos y episodios oscuros. Ozzy, sumido en el alcohol y otras sustancias, pasó por internamientos, arrestos y hasta un episodio de violencia doméstica en 1989 que casi destruye el matrimonio. Fue internado por intentar asfixiar a Sharon durante un episodio psicótico. Pero, en lugar de alejarse, ella decidió luchar por su esposo, siempre y cuando él decidiera cambiar.
Y lo hizo. A lo largo de los años, ambos atravesaron múltiples recaídas, problemas familiares, la exposición mediática del reality "The Osbournes", enfermedades, y rumores constantes de separación. En 2016 se separaron temporalmente por una infidelidad, pero incluso eso no destruyó su vínculo. Sharon declaró: “He pasado más de la mitad de mi vida con Ozzy. Nos hemos destruido y reconstruido. Es mi alma.”
Cuando Ozzy fue diagnosticado con párkinson en 2020, Sharon volvió a asumir su rol más íntimo: la de compañera incansable. En sus últimos años, ella estuvo a su lado enfrentando la enfermedad, adaptando la vida familiar a sus nuevas necesidades, protegiendo su dignidad y legado.
Ozzy siempre la llamó su bruja buena, su guía. Sharon, su salvavidas. A lo largo de más de cuatro décadas, su relación sobrevivió a todo lo que suele acabar con una pareja: sustancias prohibidas, traición, enfermedad, violencia, fama. Pero no se rompió.
Porque, como dijo una vez Ozzy con voz quebrada: “Sin Sharon, estaría mu**to hace muchos años. Ella es mi aire.”