02/08/2025
CRÍTICA AL GOBIERNO MUNICIPAL DE TIERRA BLANCA Y SU REPRESENTACIÓN LEGISLATIVA
Tierra Blanca, una región con enorme potencial agrícola, ganadero y comercial en la cuenca del Papaloapan, vive bajo un gobierno municipal que parece más centrado en la simulación que en la transformación. La administración local se ha convertido en una maquinaria de inercia, caracterizada por la improvisación, el desconocimiento técnico y la ausencia de visión a largo plazo.
Regidores: Ignorancia e Ineficiencia como Norma
Los regidores, figuras clave en el equilibrio y fiscalización del poder municipal, han sido relegados a meros asistentes de eventos públicos. Lejos de cumplir su papel como representantes del pueblo y vigilantes de la administración, actúan como comparsas del alcalde, aplaudiendo decisiones sin fundamento y aprobando presupuestos sin análisis. Muchos carecen de preparación en políticas públicas, derecho municipal o gestión administrativa. ¿Cómo pueden representar al pueblo quienes ni siquiera comprenden los reglamentos que están obligados a defender?
Su papel en las sesiones de cabildo es casi anecdótico: levantan la mano, firman, sonríen para la foto y regresan a la inercia. No presentan propuestas, no fiscalizan obras, no exigen resultados. Han renunciado a su rol deliberativo para convertirse en cómplices pasivos de la mediocridad.
Diputados: ¿Representación o Ausencia?
En cuanto a los diputados (tanto local como federal) que presumen representar a la cuenca del Papaloapan, su paso por el Congreso ha sido tan silencioso como irrelevante. No se conocen iniciativas de ley significativas, ni gestiones reales que hayan impactado positivamente en Tierra Blanca. Su desconexión con las necesidades reales del municipio es profunda: no visitan las comunidades, no dan cuentas y no se pronuncian sobre los temas urgentes como la inseguridad, el desempleo o la falta de infraestructura.
Su función ha sido más bien la de operadores políticos, cuidando su permanencia en el poder o su próxima candidatura, pero nunca la transformación de su distrito. Son, en muchos casos, oportunistas disfrazados de idealistas.
¿Idealistas o Oportunistas?
La gran pregunta es inevitable: ¿Estamos gobernados por idealistas comprometidos con el cambio o por oportunistas que ven en el servicio público un trampolín personal? La respuesta es dolorosa, pero evidente. La mayoría de los actores políticos actuales de Tierra Blanca se han comportado como oportunistas. Llegaron a sus cargos no por méritos ni vocación de servicio, sino por acuerdos partidistas, cuotas de poder o compromisos clientelares.
No hay pasión por la causa pública, no hay proyectos sólidos de transformación, no hay rendición de cuentas. Lo que hay es un desfile de discursos huecos, actos protocolarios, entrega de despensas y un calendario de fotos con sombrero y guayabera.
Conclusión: Tierra Blanca merece más. La ciudadanía debe dejar de premiar a los ineficientes y empezar a exigir resultados, preparación, ética y verdadera vocación de servicio. El municipio necesita líderes que vean más allá de una elección, que estén dispuestos a gobernar con inteligencia, honestidad y cercanía.
La pregunta no es si hay esperanza. La pregunta es: ¿seguiremos eligiendo oportunistas, o exigiremos verdaderos idealistas con capacidad técnica y compromiso moral?
¿Qué opinas?
Dr. Rafael Torres Ortega.