JJ x Yuri / Pliroy / JYuri ONLY

  • Home
  • JJ x Yuri / Pliroy / JYuri ONLY

JJ x Yuri / Pliroy / JYuri ONLY JJ x Yuri / Pliroy / Jユリ / J尤 from ユーリ!!! On Ice.

�️ R18 / BOY X BOY�️

Traducciones de fanarts con

29/08/2024
😆
29/08/2024

😆

Al parecer JJ solo aguanta una cucaracha voladora.jpg 🤭

Con los traumas no, Yuri.

18/07/2024



--------------------Apagón--------------------

Todo había ocurrido sin el menor aviso. La luz se había esfumado de aquel departamento. Los sentidos de Yuri se aturdieron por unos segundos y por inercia se levantó del sillón en busca de algo que pudiese generarle claridad en ese lugar atestado de gente ruidosa.

No había dado dos pasos cuando chocó con un cuerpo grande que lo sostuvo y preguntó "¿Estás bien?" con la voz suave. Yuri no contestó, y tampoco preguntó quién era pues no había necesidad. Se limitó a respirar el aroma embriagante de su colonia y disfrutar de las manos que tocaban sus brazos. No sabía si eran el par de cervezas que había bebido, el que esa fuese una fiesta o que todo estuviese en oscuridad, pero de repente un sentimiento de confianza absoluta imperó su mente.

Deslizó sus manos por el amplio pecho y palpó los músculos debajo de la ropa hasta llegar a los brazos. Pudo sentir al cuerpo ajeno asustarse ante el toque atrevido, pero no se alejó. Yuri sonrió. Estar en penumbras era divertido, tal vez era el hábitat natural de Yuri, así que con más valentía que la que se imaginó jamás, buscó la boca ajena y la besó.

Su boca era dulce, con un ligero sabor a uva y dentífrico de menta. Las manos del otro chico se deslizaron por sus costados lentamente y con delicadeza. Sintió como se esforzaba para no tocar de más, como plantaba las manos en su cadera y evitaba deslizarlas a partes más atrevidas. ¿Dónde estaba el sujeto que le había sonreído en toda la fiesta, el que siempre le guiñaba o le hablaba en ese ma***to tono seductor? Rio internamente. Al final también era un caballero. Uno que podía controlar sus manos, pero no su boca.

Lo estaba devorando... Y le gustaba.

Y que nadie culpara de eso a Yuri. No. Todo era culpa del mundo, menos de él. Era culpa de Mila y sus amigos que habían anexado a JJ a su círculo social y ahora tenía que verlo prácticamente todos los días. Que culparan a esa fiesta que sólo buscaba desinhibir a la gente. Que culparan nuevamente a Mila que había organizado esa fiesta. A ella y Otabek que estaban muy ocupados con sus asuntos románticos cómo para escucharlo arremeter contra ese id**ta y ahora él se tenía que tragar toda esa furia. Que culparan a ese id**ta por ser tan él, por alterarlo de tal forma que olvidaba que tenía que amenazar a un par de tórtolos de no involucrarlo en alguno de sus dramas amorosos si eso llegaba más lejos. Que culparan a Victor y Yuuri que ni siquiera estaban en el país, pero que de alguna forma también era su culpa, siempre era su culpa. La culpa era de todo ellos, de sus hormonas adolescentes, del alcohol y de esa desquiciante obscuridad.

Las luces volvieron tan rápido como se habían ido y con ello las risas emocionadas de los invitados. Algunos no se habían movido de su sitio, otros se encontraban acurrucados en el sillón. JJ seguía parado ahí frente a él, viéndolo como si fuese una aparición. Yuri se sintió satisfecho al ver sus labios hinchados.

—Ha sido un pequeño problema del edificio —anunció Mila con una lámpara en mano y con Otabek detrás de ella—. La fiesta puede continuar.

Yuri miró directamente los ojos azul grisáceo. Una parte de él sentía vergüenza, pero otra estaba demasiado satisfecha como para arrepentirse ahora.

—Voy a salir —le anunció en un susurro cargado de confianza.

—Te acompaño —contestó sin dudar.

Tal vez era muy arriesgado, tal vez no debería jugar tan cerca del fuego, pero no quería pensar eso ahora, no cuando sentía por primera vez la valentía para hacer lo que sólo se atrevía a fantasear en la soledad de su habitación. La resaca podría venir después. Esa noche sólo quería probar un rato más esos labios, dejarlo una vez más sin habla.

Bendita obscuridad. Bendito apagón.



18/07/2024

Ayer empezó Julio, o sea, el mes de JJ, así que estaremos subiendo info de mi bello canadiense y otras cositas, además del material habitual. 💖

❤️
18/07/2024

❤️



---------------------Familia---------------------

Tenía un par de horas cocinando y la casa se inundaba con el cálido aroma a comida recién hecha. Después de varios retrasos a causa de bromas, discusiones y risas, había decidido repartir su tiempo en ambas actividades.

—¿Van a cenar pirozhki?

Yuri asintió y rodó los ojos ante la sonrisa burlona.

—¿Cuál es el problema? —volteó a la pantalla con esa mirada de advertencia que lo caracterizaba.

—Ninguno, sólo es gracioso tu gusto desmedido por el pirozhki y cómo no perdonas ni Navidad.

—¿Acaso hay algún reglamento que diga qué servir en navidad?

JJ negó un poco ido, mientras recargaba el mentón en su mano y le observaba con ese gesto complacido y soñador. Yuri podía presentir cómo estaba a punto de decir algo que le aceleraría el ritmo cardiaco.

—Te ves hermoso esta noche. ¿Te lo había dicho?

Yuri volteó por completo a la barra y le dio la espalda a la laptop en la mesa.

—¿Hoy? Creo que no—respondió en el tono más descuidado que pudo salir de su garganta.

Una suave risa salió de la pantalla y Yuri tuvo que reprimir las ganas de voltear a verlo.

—Quiero estar ahí contigo...

JJ cortó su oración y Yuri no tenía que voltear ni ser un adivino para saber lo que JJ estaba reprimiendo decir: te extraño.

Después de cuatro años de relación podía presumir conocer a JJ al derecho y al revés y saber lo que sentía. Eso y que él sentía lo mismo. Pero habían llegado al acuerdo de no entristecerse esta navidad ni en ninguno de los festejos que tuviesen que estar separados. Fechas que hasta ahora eran demasiadas.

Yuri apretó la mandíbula e hizo todo lo que pudo para que sus ojos no se cristalizaran. Dejó el cuchillo y las verduras en la encimera y se sentó en una silla frente al portátil en la mesa.

—En unas semanas será el campeonato de los cuatro continentes e iré a verte. Más te vale llevarte el oro o reevaluaré nuestra relación.

El casi regaño de Yuri al final de la oración logró hacer reír a JJ.

—Claro que ganaré el oro y te lo dedicaré ahí en medio de la pista —una sonrisa embustera adornó su rostro.

—Ni se te ocurra que te mataré —amenazó el rubio con la cuchara que estaba sobre la mesa.

JJ se limitó a reír y no insistió. Yuri sabía que sólo lo hacía para molestarlo, pero era mejor advertir ante cualquier ocurrencia extrovertida de su tonto y loco novio.

—¿Llevarás eso toda el día ? —señaló el traje de Santa Claus que JJ llevaba puesto. Sólo se había quitado la barba blanca cuando comenzó a hablar con él.

—Sí, mis hermanos insistieron, así que hoy seré Santa —se encogió de hombros.

Yuri sabía que JJ era un sujeto sin complejos y no le importaba hacer el ridículo con un traje como ese. Tal vez por eso lucía con tanto orgullo las orejas de gato características de sus fans mientras presumía ser un Yuri's angel. Y no lo culpaba por cumplir el capricho de sus hermanos pequeños que eran tan malditamente adorables. Hasta Yuri que nunca había sido una persona de niños no había podido negarles nada cuando se colaban en la pantalla mientras conversaba con su hermano. No quería saber cómo serían cuando los conociera frente a frente y no a través de una pantalla.

Yuri suspiró resignado. Eso le recordó que esa vez se suponía él viajaría en año nuevo a Canadá y conocería a la familia de JJ. Ese año quedaría por sentado la formalidad de su relación. Porque claro que él conocía a los padres de Jean, pero no era lo mismo verlos en las competencias acompañando a JJ mientras era su rival y que lo saludaran, a ir a su casa y convivir con ellos. Nathalie y Alain Leroy eran personas cálidas que siempre le insistían que las puertas de su casa estaban abiertas para él.

Pero nuevamente ese año no podría viajar. Su abuelo había tenido un par de complicaciones de salud en las últimas semanas y temía que el viaje lo empeorara, además que no podía descuidar su tratamiento y el chequeo médico constante. Yuri no podía dejar en esas condiciones a su abuelo, por mucho que él insistiera que viajara solo. Su abuelo era su única familia y él no se iría de su lado en un momento como ese.

Cuando se lo contó a JJ éste entendió de inmediato, aunque pudo ver la decepción en su rostro. 'La familia es primero' le había dicho con comprensión. Y Yuri sabía que era sincero, porque era de JJ de quién hablaba y porque si algo compartía con él era la importancia que le daban a la familia.

Un n**o se formó en su garganta y la necesidad de abrazarlo se tornó casi asfixiante. Malditas fechas que ponían a todos tan sensibles, ma***tos sentimientos que lo hacían tan vulnerable. Estúpido JJ que lo había hecho tan blando en esos años.

—¿Qué pasa, 'mon chérie'? —JJ le habló con ese mote cariñoso que sólo usaba cuando estaban en la intimidad, porque Yuri moriría de vergüenza si los demás escuchaban como le decía 'mi amor', sobre todo si era dicho en el idioma más romántico de la tierra.

—Nada, sólo pensaba en lo tonto que te ves.

—Querrás decir en lo sexy que me veo.

—No veo como Santa pueda ser sexy.

—Pues soy yo así que sí puede —le guiñó el ojo tan satisfecho con su ególatra actitud, que Yuri sólo pudo rodar los ojos como siempre hacía.

Pero JJ tenía razón, él nunca había visto un santa musculoso con un vientre plano y con ese color bronceado de piel. Sin el relleno del traje y sin la barba bien podía pasar por un 'stripper'. Yuri rio ante el recuerdo de una temporada anterior en la que compitieron juntos y no salieron de la habitación del hotel por un par de días después de la competencia. Y todo por un pe******do traje de pirata.

—¿Saldrás hoy a algún lado? —hizo una pregunta al azar para cambiar de tema.

—Acompañaré a mi mamá a comprar algunas cosas para la cena. ¿Irán más personas a tu casa para la cena?

Yuri negó con la cabeza.

—Yakov y Lilia se quedarán en San Petersburgo en casa de unos parientes, Victor no ha regresado de Japón y Mila se la pasará en casa de los padres de Otabek en estas fechas —Yuri quiso aparentar que estaba bien, pero Jean pudo ver la soledad en sus ojos—. Me invitaron a ir con ellos y obviamente no podía.

El corazón de JJ se estrujó. Verlo así le recordaba al joven Yuri apartado y solo, con un espíritu triste vagando en sus rebeldes pupilas; la soledad impresa en su mirada.

—Oye, 'mon amour', pronto podrás verlos y pronto estaremos juntos para que discutamos todo lo que quieras. Podrás regañarme hasta cansarte —le guiñó el ojo como si le mostrara la mejor oferta.

—¿Qué clase de sujeto masoquista eres tú? —la risa de Yuri fue inevitable.

—Uno enamorado...

Antes de terminar de hablar Nikolai apareció en su campo visual entrando a la cocina.

—Abuelo, debes descansar en tu cama —Yuri inmediatamente se levantó de su asiento y fue a su encuentro con el rostro preocupado.

—No, hijo, esa cama es la que me está enfermando, quiero estar aquí contigo y ayudarte.

Una suave sonrisa y un brillo en los ojos aparecieron en la cara de Yuri. JJ pensó que no podía haber un rostro más hermoso que ese. Ese rostro que sólo su abuelo lograba hacer aparecer.

—¿Cómo estás, abuelo? —saludó JJ desde la pantalla con un gesto alegre. Yuri negó ante la confianza de JJ al llamarlo abuelo.

—Ah, Jean Jacques, estás aquí —el anciano hombre tomó asiento a un lado de Yuri y le sonrió de vuelta, con ese eterno ceño fruncido que lo hacía parecer severo y, sin embargo, era un hombre amable—. Ya estoy mucho mejor. Mi Yuratchka ha cuidado muy bien de mi... Por favor dile que ya no cuide tanto de mi —dijo lo último en una súplica.

JJ rio alto ante el pedido del hombre.

—Es necesario, abuelo, y lo sabes. No protestes —Yuri habló con suavidad y firmeza al mismo tiempo.

—Lo siento mucho, abuelo, pero estoy con Yuri —JJ no podía dejar de reír—. Y no te preocupes, pronto iré a visitarte y tú yo saldremos a pasear.

—No lo sonsaques...—advirtió Yuri.

Nikolai suspiró con pesadez.

—Muy bien, ya dejen de hablarme como si fuese un viejo decrépito. Jean, ¿cómo está tu familia?

Así pasó por lo menos una hora más, con los 3 hombres platicando en la pequeña cocina mientras dos de ellos terminaban la cena. Llegó la hora en la que JJ tuvo que despedirse porque tenía que salir de su casa. Nikolai se despidió antes y dijo que tenía que ir por algo a la sala, y Yuri sabía que sólo era un pretexto para que ellos pudiesen despedirse tranquilamente.

—Te hablaré pronto— el rubio asintió—. Si piensas mucho en mi, sabes que puedes llamarme y estaré ahí.

—Eres tan pretencioso que me das urticaria—Yuri pretendió fastidio, interpretando muy bien su papel en ese juego.

—Así se siente el amor, 'mon chérie' —hizo una pausa y lo miró fijamente antes de hablar:—.Y no olvides que te amo.

—Lo sé —Yuri controló el n**o en la garganta.

JJ sabía que a pesar que Yuri no le devolvía el "Yo también te amo", ahí estaba, escondido y no obstante, tan palpitante como el ritmo de su corazón. Una de las peculiaridades de Yuri era su timidez ante el romance. Y era una de las tantas cosas que lo habían cautivado de él.

—Feliz Navidad, Yuri-chan.

—Feliz Navidad, Jean.

***

Esa noche había sido una agradable velada platicando con su abuelo después que inesperadamente llegaran un par de vecinos a desearles feliz navidad y a pasar un rato en la casa. Se habían ido a dormir en la madrugada y para cuando despertó se encontró con miles de mensajes de JJ. Yuri no podía creer cómo salía con un tipo tan cursi y alegre como JJ. Pero sonrió pensando que era justamente por eso que se había sentido atraído por él en primer lugar.

En los días posteriores aprovechó que no competiría hasta dentro de unas semanas para pasar más tiempo con su abuelo y practicar su rutina en la vieja pista de su infancia.

La salud de su abuelo había mejorado notoriamente y él pensó que sería bueno ir a San Petersburgo y pasar el año de nuevo ahí con Yakov y Lilia. Sorpresivamente su abuelo se había negado y le pidió quedarse en casa esa noche.

Yuri estaba preparando nuevamente la cena de año nuevo y se preocupó al no saber nada de JJ desde el día anterior. Él siempre mandaba mensajes y que no lo hiciera le preocupaba. ¿Le habría pasado algo? No, no, sus padres ya le hubiesen avisado. Pero, ¿y si en lo que menos pensaban en ese momento era en avisarle dado la gravedad del asunto? Yuri se estaba comiendo las uñas de los nervios. Revisó la cuenta de Twitter de JJ y se dio cuenta que no publicaba nada desde el día anterior y ésta había sido un simple "Deséenme suerte", y con esto miles de corazones por parte de sus seguidores y palabras de aliento. No entendía nada de eso. ¿A qué se refería y por qué no daba señales de vida?

Estaba buscando el número de casa de los padres de JJ cuando su abuelo entró a la cocina.

—¿Qué te pasa, Yuratchka?¿Por qué estás tan pálido?

—Abuelo, JJ no contesta y no sé donde está—habló tan desesperado que parecía a punto de llorar.

—No te preocupes, hijo. Seguramente salió con sus padres a alguna parte y no hay manera de comunicarse desde ahí.

—No, abuelo, tú no entiendes. Ese tonto me hubiese dicho algo como eso, me hubiese avisado, así es él.

—Bueno, tal vez lo olvidó o fue una emergencia. Ya no te preocupes, te aseguro que está bien.

Yuri negó y estaba a punto de contestar cuando el timbré sonó y el rubio respingó con los nervios de punta.

—¿Puedes ir a ver quién es, Yuratchka?

Yuri asintió como por automático, no estaba pensando lo que hacía y sólo ejecutaba por inercia. Su cabeza estaba en otro lado.

Estaba tan ausente que cuando abrió la puerta y vio de quién se trataba, tardó unos segundos en reaccionar. Lo siguiente que hizo fue dar un fuerte golpe en el brazo de quién tenía enfrente.

—¡Tú, id**ta! ¡¿Por qué no me avisaste que venías?!¡¿Por qué no me contestabas?!

—¡Auch, Yuri-chan! Ya no me maltrates —se lamentó entre risas—.Quería que esto fuera una sorpresa.

—¿Y para eso tenías que preocuparme así, id**ta? —los ojos de Yuri estaban enrojecidos y cristalizados y todo su rostro se resistía a llorar.

JJ lo atrajo a su pecho sin importarle las protestas y los manotazos de parte del chico. Nunca lo había visto alterado de esa forma.

—Perdóname, Yuri. Esa no era mi intención, te lo juro. Yo sólo quería venir a verte y pedirte algo muy importante.

Yuri se calmó y limpió las lágrimas que se habían escapado.

—¿Qué quieres pedirme? —dijo un poco menos enojado.

JJ abrió su mano y le enseñó un anillo con pequeñas esmeraldas alrededor. Yuri volvió a alterarse.

—Vengo a pedirte que por favor me aceptes como tu esposo, Yuri.

—¡¿Por qué tan de repente?! —preguntó sorprendido.

—Tenemos cuatro años saliendo y te he querido junto a mi desde la primera semana, pero no podía porque aún no tenía nada que ofrecerte. Ahora ya hemos madurado, hemos crecido juntos y ya no puedo soportar tenerte tan lejos de mí. Ya no soporto ver el dolor en tus ojos cada vez que hablamos, así que le pedí a tu abuelo que me concediera su bendición y él me la dio, nos la dio —Yuri volteó a ver a su abuelo sorprendido—. Yo le pedí que no te dijera nada.

—Perdóname, hijo, yo tampoco quería causarte angustia y JJ se escuchaba tan entusiasmado.

—Entonces, Yuri, ¿qué dices?¿Me aceptas?

El chico más joven sólo pudo asentir mientras escondía el rostro en su pecho y permitía que JJ colocara el anillo en su dedo anular.

—Espera, JJ —reaccionó repentinamente—. Yo no puedo dejar a mi abuelo ahora, no como está —habló en voz baja para que sólo el chico moreno lo escuchara.

—Lo sé —dijo confiado—. También he pensado en eso. Yo no quiero alejarte de tu abuelo. Quiero casarme contigo y vivir aquí en Rusia, porque la familia es primero, ¿recuerdas?

Yuri se aferró al cuerpo cálido que lo abrazaba, se acercó a su oído y susurró:

—Yo también te amo.



Créditos a la Artista: NicoMyrna

18/07/2024



--------------------Rivalidad--------------------

Algo que sin duda la gente siempre había notado entre ellos era la rivalidad. Rivalidad que no había desaparecido aun después de ya un tiempo de relación. Porque no importaba cuantos años pasaran y que ellos ya no fuesen el casi niño de 15 años y el adolescente de 19; Yuri y JJ siempre encontrarían la forma de abrir un debate hasta del tema más simple, como que si era más rico el pan de miel o la miel de maple.

La gente había especulado que ellos no durarían, que eran muy diferentes y que a la larga eso sólo les traería problemas. Habían dicho que no era más que pasión, que eran simples hormonas, que Yuri sólo quería desahogar su rebeldía adolescente y que JJ era el material más atractivo y perfecto para ello.

Eso y mucho más.

Un día de tantos, Viktor había llegado para aconsejarle que tuviese cuidado, que aun era joven y que tenía que cuidarse. Según el ruso mayor, no estaba en contra de que Yuri experimentara, sino que no fuese cuidadoso con su cuerpo. Y sí, todo el consejo parecería muy considerado si no fuese por la manera en que este abordaba el tema y porque lo estaba diciendo enfrente de todos los demás. El tonto de Katsuki se cubría el rostro sonrojado mientras murmuraba que aun era muy joven, como si los 17 lo hiciesen un niño. Mila parecía bastante divertida mientras rodaba en el sillón de al lado. Otabek tenía ambas cejas alzadas con un poco de sorpresa, pero no decía nada. Y él… él había estado a punto de matar a Viktor si no fuese porque estaba tan avergonzado.

Al final había salido de ahí gritando que se murieran.

Y es que a la gente le encantaba opinar de una relación que no conocían. Porque sí, JJ y Yuri eran distintos, eran día y noche, pero eso no los hacía una mala pareja, y lo demostraban con ya casi dos años de relación.

Porque ellos no sabían lo que pasaba cuando estaban solos. No tenían idea de lo cariñoso y cálido que era el canadiense, y que no importaba cuanto se resistiera Yuri, JJ siempre estaba ahí para sonreírle. No sabían que JJ le había dicho que esperaran su mayoría de edad para tener relaciones, y que Yuri se había negado porque ya se sentía capaz y confiaba plenamente en él. Tampoco estaban al tanto de cómo JJ se inclinaba hacia él y le cantaba al oído de esa manera sensual que sólo él podía tener. No sabían como con una sola sonrisa el corazón de Yuri se aceleraba.

Y tal vez ellos tenían una tendencia a discutir por temas que los demás no le encontraban sentido, y es que no lograban ver que era un juego implícito que amaban en silencio. Habría debates acalorados, sobre todo cuando se trataba de hablar de sus países, un par de burlas, la mayoría del tiempo por parte de Yuri, y bromas al respecto que terminarían haciéndolos reír de sí mismos, estando conscientes de lo tonto que era todo aquello. Pero les gustaba, disfrutaban el siempre tener algo que contar o con que bromear. No había silencios incómodos ni aburrimiento en sus charlas.

Yuri había aprendido más de su país y de su cultura en ese tiempo con JJ que en toda su vida antes de él. Se había visto en la necesidad de investigar gracias a él; no quería quedar como un tonto ante los datos y curiosidades que el canadiense siempre tenía que decir sobre su propio país. JJ era culto en general y Yuri no podía permitir quedar como un ignorante, así que había comenzado a leer más sobre diversos temas.

Porque se amaban, más allá de lo físico y de la diversión, su relación era más profunda que todo eso, pero ¿qué era la vida sin un poco de desafío y competencia?



18/07/2024



----------------- AU: Mundo mágico -----------------
Primera parte

Sentado en el suelo y recargando la espalda contra el esponjoso sillón rojo, estaba él y el agradable silencio de la noche. El único sonido era el de las llamas de la chimenea que lograban calmar un poco todos sus pensamientos.

Suspiró profundo mientras veía al león en la pintura gesticular un rugido. Quiso sentirse tan valiente e imponente como ese león; la verdad era que no se sentía así.

Atrapado en sus pensamientos no escuchó los pasos provenientes de las escaleras.

—¿No puedes dormir, JJ? —una voz femenina le habló a sus espaldas.

Volteó y era Mila que lo veía con extrañeza.
Asintió con la cabeza y con cara de resignación.

—¿Aún no te decides que harás cuando salgas de aquí? Con tus notas puedes elegir lo que quieras.

JJ negó. Esa noche había un JJ muy callado. Mila se preguntó si alguien había tomado poción multijugos con cabello de Leroy.

—He decidido ser jugador profesional de los Chudley Cannons y después me entrenaré para Auror —contestó convencido y con la sonrisilla orgullosa de siempre. La chica supo que sí era su amigo con quien hablaba.

—Entonces, ¿por qué estás aquí con esa cara de angustia a estas horas?

JJ agachó la cabeza y negó.

—Estoy nervioso por mañana —confesó en un susurro.

—Oh...—Mila silbó—. Entonces es mi primo quién te tiene así —JJ asintió—. ¿Acaso no has estado esperando esto por mucho tiempo como para que ahora te eches para atrás? —la chica se acomodó en el sillón y se acercó a él.

—No... no es eso. Estoy muy feliz —sonrió—. Pero tengo miedo.

—¿Miedo de qué?

—De arruinarlo, de que mañana haga algo estúpido que aleje a Yuri de mí para siempre —sonrió con amargura—. Este es mi último año, mi última oportunidad de hacerle comprender lo que siento por él, que esto va en serio —hizo una pausa y suspiró, conteniéndose—. He estado planeando esto por mucho tiempo. Él y yo en mi último año, conociéndonos como nadie más nos conoce, festejando mientras vemos un partido de quidditch, besándonos en los pasillos, paseando en Hogsmeade, riendo por cualquier cosa. Lograr que por fin me acepte.

El silencio reinó por unos segundos hasta que escuchó la risilla de Mila a su lado. La vio sonriendo con ironía y con ojos de compasión mientras negaba con la cabeza. JJ no sabía cómo sentirse.

—Ay, Jean, ¿eres ciego, amigo? —JJ negó desconcertado—. ¿No te das cuenta que Yuri ya te aceptó?¿Por qué crees que no rechazó salir contigo?

—Bueno, le gané en el último partido de quidditch, era un trato —contestó un poco cabizbajo e inseguro.

Mila volvió a negar.

—Sí, pero apostó contigo en primer lugar, arriesgándose, sabiendo lo que ponía en juego. Yuri te aceptó desde hace mucho tiempo, pero ni tú ni él se dan cuenta de ello —vio la sorpresa marcar las facciones del chico—. Créeme, lo conozco desde que nació, Yuri es así, sólo está tratando de ocultar lo que siente por ti. Y no debería decirte esto, pero ya que eres tú y me has demostrado que lo quieres, te diré que Yuri nunca ha podido apartar la mirada de ti... nunca... y eso es increíble en alguien como Yuri. Que llamaras su atención desde el principio, siendo un total desconocido para él. Pocos tienen ese privilegio y se lo han ganado haciendo cosas, buenas y malas según Yuri, les ha llevado años y a ti un segundo, y,sin embargo, te puedo jurar que si le preguntan quién ha sido la persona que ha dejado la mayor impresión en su vida, Yuri pensaría en ti de inmediato. No pienses que es una mala señal que Yuri sea así contigo, sólo tiene miedo.

Los ojos de Jean se aguaron mientras su alma volvía a estar en calma.

—¿En verdad lo crees?

—Por supuesto.

Y la seguridad de Jean Jacques Leroy regresaba de a poco.

—Gracias —le sonrió.

—De nada. Para eso estamos los amigos.

JJ sonrió con más ánimo. Mila era la persona en la que más confiaba para un buen consejo, sobre todo si era de amor. Ella era posiblemente la bruja joven más sabia que conocía.

—Así que mañana ve y haz feliz a mi primo, siendo tú mismo... y diciéndole todas esas cosas rosas y cursis en las que piensas cuando estás con él —se burló con lo último. Jean también rio—. Sólo... ya sabes, ten paciencia con él. Se portará huraño y reacio, ya lo conoces.

—Encuentro encantador ese carácter de Yuri —sonrió confiado y con la mirada perdida en el fuego de la chimenea.

Mila rodó los ojos con diversión.

—Vaya, ustedes sí que están hechos el uno para el otro, son igual de raros.

—Somos perfectos —rio divertido e ilusionado y al momento cayó en cuenta que era de noche y todos dormían.

—Bueno, me voy dormir, yo sólo venía por esto —y tomó un libro de la mesilla en la esquina—. Descansa y ya deja de preocuparte.

—Sí, descansa —le volvió a sonreír—. Y muchas gracias de nuevo.

La chica se despidió y subió por las escaleras de la derecha mientras él se levantaba y se dirigía a las de la izquierda. Tenía que descansar para el otro día.
Esa noche soñaría con Yuri.

***
Yuri tenía más de una hora leyendo el libro de pociones que encontró ahí en la sala común. Leer era una palabra muy fuerte, no entendía nada, sólo veía palabras que no tomaban ningún sentido. Su cabeza estaba en otro lugar y no lograba concentrarse, y no era como si realmente le importara, sólo buscaba con qué distraerse y no lo conseguía.

Votó el libro al otro lado de la sala, frustrado y abrazó uno de los cojines del sillón negro en el que estaba. Se giró de posición quedando de lado y de frente a la chimenea y a los ventanales. Las figuras de varios peces se movieron a través de las ventanas. Yuri suspiró, en ese momento sólo quería ser un pez nadando en el aquel lago, sin preocupaciones, sin dilemas, sin el corazón a tope.

—Yuri...

El recién nombrado casi se cae del sillón del susto que se llevó.

—¿Quieres matarme de un susto? —se tomó el pecho con la mano, tratando de calmarse.

—No era mi intención, lo siento —dijo con el tono de siempre. Yuri a veces pensaba que decía las cosas sólo por protocolo—. ¿Qué haces aquí tan tarde?

Yuri negó con la cabeza, dudando qué contestar.

—Nada, sólo no podía dormir —trató de sonar lo más relajado posible.

—¿Es por el partido de hoy? Aún podemos ganar el siguiente evento y obtener la copa.

—¡Pues claro que ganaremos! Le arrebataremos la copa a Leroy... digo... a Gryffindor —tartamudeó con la última parte—. No estoy preocupado por eso, es otra cosa.

—¿Qué es eso?

—Bueno, tú estás al tanto de lo que he apostado con Leroy, ¿no? —las mejillas de Yuri se encendieron y su corazón comenzó a palpitar muy rápido de la nada. Por suerte para Yuri el otro chico no podía ver su sonrojo con la poca luz ahí.

Otabek asintió y no dijo nada. Él silencio sólo logró que la vergüenza de Yuri aumentara.

—Di algo, no te quedes callado.

—¿Qué quieres que te diga?

—No lo sé, podrías darme un consejo.

Otabek se encogió de hombros antes de contestar:

—Si no quieres ir no vayas.

—No es tan simple, hicimos un trato y él ganó —Yuri jugaba con sus manos, de repente se había vuelto tímido—. Tengo que ir quiera o no.

—Entonces ve y listo. Cumple con la parte del trato y regresa a tu vida.

—Pero... —Yuri miraba el cojín y hacía figuras con sus manos en este—. ¿Y si esta salida es para pedirme algo más?

El otro chico lo observó un instante tratando de comprender y después contestó:

—Bueno, el trato es que tú salgas con él, no que le digas que sí a lo que te pida —volvió a observarlo, Yuri parecía muy nervioso—. ¿Tú le quieres decir que sí? —preguntó un tanto sorprendido y con una inusual curiosidad en su voz.

Yuri alzó la vista de repente con el rostro lleno de sorpresa y vergüenza. Asintió.

—Entonces dile que sí —dijo con la calma de siempre. Para Otabek la vida se resolvía con un sí o con un no, no se complicaba con puntos medios.

—¡Es que no es tan fácil! ¡¿Qué no ves que es de Jean Jacques Leroy del que hablamos?! ¿Por qué tiene que ser él de entre tantas personas? —lo jaloneó del cuello de la camiseta—. ¿Por qué tengo que sentir todo esto por mi peor enemigo? —Yuri se calmó un momento y dejó de maltratar su ropa—. ¿Y si estoy hechizado con Amortentia? He escuchado que es una pócima muy poderosa —dijo asustado, tratando de encontrar una respuesta.

—Si estuvieras hechizado con Amortentia no se te ocurriría nunca que estás hechizado, y tampoco estarías aquí cuestionándote por qué te gusta JJ.

Otabek y su lógica lo molestaban en ese momento.

—¿Entonces cómo explicas que sienta esto por alguien como él? Es un tonto, presumido, ególatra y tiene siempre esa estúpida sonrisa en su estúpido rostro. Es un escandaloso... Agh, lo detesto. Somos... tan diferentes —dijo lo último con tristeza y bajó la cabeza.

—No lo sé —se encogió de hombros de nuevo—. ¿Te gustaría si fuera igual a ti o si tuviese un carácter diferente al que tiene?

—Yo creo que no —Yuri negó. Pensó que si fuese diferente ni siquiera llamaría su atención.

—Así son estas cosas, funcionan de una manera extraña.

Yuri se quedó callado por un momento, pensando. Tal vez tenía razón, es decir, a Yuri lo volvía loco que JJ actuara de esa manera tan suya, sentía que quería golpearlo, pero después, cuando pensaba en ello, había una parte de él que se sentía irremediablemente atraída a esa forma de ser. Había una parte de él que no podía mirar hacia otro lado cuando JJ estaba cerca. Detestaba su sonrisa presumida cuando jugaban quidditch y saludaba a sus fans en las gradas, pero su cuerpo temblaba cuando dirigía esa sonrisa sólo a él.

¡Por Merlín, estaba muy mal!

—Me voy dormir, tú deberías hacer lo mismo —interrumpió sus pensamientos Otabek.

—S-sí —contestó distraído—. Ah, Otabek, ni una palabra a nadie, ya sabes.

—Claro.

—Y gracias por escucharme.

—De nada —y subió las escaleras.

Yuri permaneció un rato más ahí, viendo al calamar gigante pasar por la ventana, con el sonido tranquilizante del agua como una canción de cuna. Pensó en el azul de los ojos de JJ arrullándolo, besando su frente mientras el sueño irremediablemente lo alcanzaba.
Esa noche ambos durmieron pensando en el otro, sin imaginarse que su vida y dilemas se repetían. Tal vez eran mucho más parecidos de lo que podían ver.



Créditos del fanart: Isisbelleart

Address


Alerts

Be the first to know and let us send you an email when JJ x Yuri / Pliroy / JYuri ONLY posts news and promotions. Your email address will not be used for any other purpose, and you can unsubscribe at any time.

Shortcuts

  • Address
  • Alerts
  • Claim ownership or report listing
  • Want your business to be the top-listed Media Company?

Share