Los proyectos para instalar, al menos, 170 parques de baterías en Asturias, han traído la preocupación a muchos habitantes de la zona rural de Asturias. Estos parques suponen un riesgo de incendios devastadores y de contaminación. Ésto, evidentemente, afectará a la salud de los ciudadanos y a su calidad de vida. Detrás de este tipo de iniciativas, se intuye una oportunidad de negocio, que busca be
neficios y subvenciones europeas, con la menor inversión posible. Además son unos proyectos que no aportan nada positivo para la zona en la que se instalen: ni puestos de trabajo, ni riqueza. Es fundamental que la ciudadanía se conciencie del grave problema al que nos enfrentamos y que, con los Ayuntamientos al frente, se busquen emplazamientos para estos parques que ocasionen los menos daños posibles a los vecinos y al campo asturiano. El campo asturiano, verde y limpio, es una de las señas de identidad de nuestra tierra y con este tipo de industria se ve gravemente amenazado. Algunos ciudadanos empezamos a organizarnos en plataformas vecinales, pues estamos convencidos que sólo el movimiento social puede parar este tipo de atropellos hacia las personas y hacia el medio ambiente. No existe una legislación que regule este tipo de instalaciones y el movimiento social tiene que presionar para que la legislación que se elabore proteja a las principales víctimas: al medio rural y a sus habitantes. En el concejo de Villaviciosa, de momento, se han presentado 4 proyectos, en las parroquias de Castiello de la Marina, Peón, Quintueles y Fuentes. Los primeros que aparecieron fueron los de Castiello y Peón, por lo que nos vimos obligados a crear la Plataforma Maliaya Stop Baterías, con el objetivo de movilizarnos para dejar claro nuestro rechazo a este tipo de instalaciones en el medio rural.