18/06/2025
Esteban Bautista, obligado a esclarecer presunta corrupción denunciada por Eusebio González.
Ricardo Ahued, el bufón de Palacio.
Contraesquina Política.
Por: Fernando Martinez Plascencia.
Coatzacoalcos Ver., a 18 de junio del 2025.
En la disputa por la presidencia municipal de Tatahuicapan, Esteban Bautista Hernández, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, señaló que el alcalde de su municipio tiene cuentas pendientes con el Órgano de Fiscalización, pero como respuesta en el revire, quedó exhibido públicamente por actos de corrupción por el presidente Eusebio González.
Con documentos en mano el edil demostró que el ex diputado federal no ha comprobado ni solventado desde que terminó su gestión en el 2021, las irregularidades detectadas por el Órgano de fiscalización, por más de 5 millones de pesos, lo cual se traduce en un daño patrimonial. Se fue a sus bolsas, donde están?
Por salud política y pública este asunto se debe esclarecer, por el bien del diputado y de la propia gobernadora Rocío Nahle, ya que fue ella quien lo nombró Coordinador de la fracción parlamentaria de MORENA, y presidente de la JUCOPO, Esteban Bautista, terminó su gestión desde hace más de 7 años, Eusebio González está funciones, por lo que está en tiempo y forma para aclarar cualquier irregularidad financiera.
Lo de Esteban Bautista Hernández es el claro ejemplo de que los corruptos están en todos los partidos políticos, se podrán dar golpes de pecho, pero son iguales o peores que los prianistas a quienes tanto critican, por cierto, nuevamente los verdaderos fundadores y militantes de MORENA se quedaron esperando el llamado de su “jefa“ política, Rocío Nahle.
La gobernadora decidió nombrar al diputado local con licencia, Igor Roji, como nuevo secretario de turismo, este personaje viene de perder la elección en Orizaba, y como si no hubiera gente de MORENA que se partió el lomo en la campaña para hacerla ganar, doña Rocío Nahle recurre a un ex priista, los morenistas qué se chinguen.
Ahí tiene usted el caso también de Iveth Martínez Hernández, la tesorera del Congreso del Estado, una déspota y engreída funcionaria que trata con la punta del pie a los empleados, y que está ligada políticamente con Erik Cisneros, con quien trabajó en la Secretaría de gobierno.
Esta funcionaria a quien sus compañeros le apodan la “navarrita”, por aquello de que la comparan en su trato grosero con el de Enrique Navarro, “el tortas”, ex secretario particular del ex diputado, Juan Javier Gómez Cazarin,-nos dice una fuente-se da una vida de lujos a costillas de los trabajadores, y desde luego, a su salario de más 100 mil pesos, más las compensaciones.
Los empleados están cansados -nos dice nuestra fuente-de que doña Iveth aparte del mal trato que les da, les exija la entrega de facturas hasta por los chicles qué compran en el oxo, y que utiliza para comprobar los gastos exorbitantes qué realiza para darse la vida de dispendio y de diva qué exhibe por los pasillos del Congreso, y en su soberbia y prepotencia, ella decide a quien le reembolsa algún gasto mínimo.
Doña Iveth Martínez es la que ha empinado a don Esteban Bautista con temas como el de las compras de las tablets, lo de jardinería, y hasta con lo del espionaje, lo cual orilló al jefe de seguridad, Montaño, a poner de cabeza al congreso, temas de los cuales el diputado no obtuvo resultado positivo alguno, más que ponerlo en ridículo ante la prensa.
Y cuando no es eso son sus asesores, gente sin capacidad política, como un tal “licenciado” Climaco, un tipo que no arregla ni donde se acuesta, pero se las da de muy chingón, siendo que unicamente es el encargado de los asuntos sin importancia, o el otro, Felipe Zuñiga, o Raúl Athie, un bueno para nada que regresó con la cola entre las patas después de su rotundo fracaso político en Cosoleacaque, un personaje gris, sin carisma, que solo sirve para obstruir y bloquear a todo aquel que se le acerca a su jefe. Uta. Con esos asesores así ni como “ayuduarte”, teba.
II. -
En el recuento de todo lo que pasa en Veracruz, no solo por la gran derrota que sufrió en la pasada elección Rocío Nahle, llama la atención un caso relevante donde nadie le hace caso, o cuando menos una parte del Congreso no.
¿Por qué lo digo? Mire, el caso de Sayula de Alemán, con la alcaldesa Lorena Sánchez Vargas, es algo inédito en nuestra democracia, todos los ediles renunciaron junto con sus suplentes, incluyendo al síndico, por lo que el congreso local, de mayoría morenista, tiene la obligación de sesionar para no violar la Ley, y declarar la desaparición de Poderes.
El legislativo debe nombrar, tal como sucedió en Texistepec, un Concejo Municipal, para que, en primera instancia el pueblo no se vea afectado por falta de autoridad para ejercer los recursos económicos que, de por si no se ven reflejados en alguna obra pública, ya que este municipio ha estado envuelto en conflictos políticos de toda índole.
El asunto es grave porque no hay ediles para firmar los Estados Financieros y contables, por lo tanto no se pueden ejercer, la alcaldesa jurídicamente por sí sola no puede hacerlo, se necesita la firma de los regidores y del síndico para “aprobar” la cuenta pública, todo esto ha creado, junto al tema de la inseguridad que sigue creciendo sin control alguno, un vacío político y de ingobernabilidad para Rocío Nahle.
El caso de Sayula de Alemán debería ser una prioridad, pero al parecer los tiempos han cambiado, en el congreso no están nada preocupados, y si a la gobernadora tampoco le importa… por que a ellos si les debería de interesar? Y los ciudadanos dónde quedan? En la nada.
Rocío Nahle se encuentra atrapada en los intereses políticos del Congreso, una parte, la de Esteban Bautista, presidente de la JUCOPO, de su lado, la otra, la de Tania Carola Viveros Cházaro, Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de diputados, sirve a los intereses políticos de Erik Cisneros, ex secretario de gobierno con Cuitláhuac García Jiménez.
Allá, lejos, en el otro extremo, Ricardo Ahued, secretario de gobierno, una figura decorativa, vergonzosa, un personaje que resultó muy incompetente para proteger los intereses políticos de la gobernadora Rocío Nahle, un títere, sin capacidad siquiera para reír por si solo,-a menos que ría su jefa-de ese tamaño, era para que ya hubiera operado con este tema qué le causa un boquete al liderazgo político de la gobernadora, quien poco a poco ha venido perdiendo el respeto de la clase política.