07/01/2025
𝗣𝗥𝗘𝗢𝗖𝗨𝗣𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗖𝗥𝗘𝗖𝗜𝗘𝗡𝗧𝗘 𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗟 𝗔𝗖𝗖𝗘𝗦𝗢 𝗗𝗘 𝗠𝗘𝗡𝗢𝗥𝗘𝗦 𝗔 𝗝𝗨𝗘𝗚𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗔𝗭𝗔𝗥 𝗘𝗡 𝗠𝗔́𝗟𝗔𝗚𝗔: 𝗨𝗡 𝗙𝗘𝗡𝗢́𝗠𝗘𝗡𝗢 𝗘𝗡 𝗘𝗫𝗣𝗔𝗡𝗦𝗜𝗢́𝗡.
En los últimos años, la preocupación por el acceso de menores a juegos de azar ha crecido notablemente en Málaga, impulsada por el auge de las apuestas online y la presencia de máquinas tragaperras en locales de hostelería. Este fenómeno ha generado alarma tanto en padres como en instituciones encargadas de la protección de la infancia y la adolescencia, debido a las consecuencias que puede tener sobre la salud mental y social de los jóvenes.
𝗨𝗻 𝗮𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗺𝗮́𝘀 𝗳𝗮́𝗰𝗶𝗹
La accesibilidad de los juegos de azar se ha incrementado con la expansión de las plataformas online y la proliferación de máquinas tragamonedas en bares, restaurantes y otros espacios de ocio. Estas máquinas, aunque reguladas en términos de edad, siguen siendo una puerta de entrada fácil para los menores, que a menudo pueden jugar sin que se les pida una identificación. En el ámbito digital, el acceso es aún más sencillo, con aplicaciones y sitios web de apuestas que no siempre verifican de forma efectiva la edad de los usuarios.
Según un estudio realizado por la Asociación de Jugadores en Rehabilitación de Málaga (Amalajer), el 25% de los menores que comenzaron a jugar a juegos de azar lo hicieron en locales de hostelería, mientras que un 15% lo hizo a través de plataformas online. Estos datos reflejan la normalización de las apuestas como una actividad recreativa, incluso entre la población más joven, lo que facilita su involucramiento en prácticas adictivas a edades tempranas.
𝗘𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗳𝗲𝗻𝗼́𝗺𝗲𝗻𝗼: 𝘂𝗻𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗻𝘁𝗲
El fenómeno de los menores jugando a juegos de azar ha experimentado un repunte en los últimos cinco años. En 2020, un informe de la Junta de Andalucía alertaba sobre el aumento de jóvenes involucrados en comportamientos adictivos relacionados con las apuestas, señalando que uno de cada diez adolescentes malagueños entre 14 y 17 años había jugado, de alguna forma, a algún juego de azar en el último mes. En 2024, la cifra se había duplicado en ciertos barrios y áreas rurales, donde la falta de alternativas de ocio aumenta el riesgo de caer en comportamientos de riesgo.
Especialmente en la franja de 16 a 18 años, los jóvenes no sólo participan en apuestas deportivas, sino también en juegos de casino y póker online. A pesar de la prohibición legal para menores de 18 años, el fácil acceso a cuentas bancarias prepagas y la utilización de identidades falsas en plataformas digitales han permitido que más adolescentes se involucren en estas actividades.
𝗖𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗽𝘀𝗶𝗰𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀
El impacto de esta exposición a los juegos de azar en edades tempranas es devastador. Los especialistas advierten que los menores que desarrollan adicciones a las apuestas pueden sufrir efectos psicológicos profundos, como ansiedad, estrés, depresión e incluso trastornos de conducta. A nivel social, este fenómeno ha contribuido al aislamiento de muchos jóvenes, que prefieren pasar su tiempo en línea o en máquinas tragaperras, alejándose de sus relaciones sociales y familiares.
Además, se ha observado que la proliferación de estos comportamientos está asociada con un aumento de problemas económicos en familias de jóvenes afectados, ya que las apuestas en línea pueden llevar a gastos imprevistos y problemas financieros.
𝗠𝗲𝗱𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗮𝗱𝗼𝗽𝘁𝗮𝗱𝗮𝘀 𝘆 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗮𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀
En respuesta a esta situación, diversos organismos han implementado medidas para intentar frenar el acceso de los menores a los juegos de azar. La Junta de Andalucía ha propuesto una mayor vigilancia sobre los establecimientos que albergan máquinas tragaperras, mientras que la Dirección General de Ordenación del Juego está reforzando los controles en línea para asegurar que los jugadores sean mayores de edad. Sin embargo, estas medidas aún no parecen ser suficientes, ya que la implementación efectiva de las normativas varía considerablemente entre municipios.
Por ello, las asociaciones como Amalajer están abogando por reformas legislativas que incluyan la obligatoriedad de identificación biométrica para acceder a las máquinas de azar y plataformas online. Además, proponen una mayor educación en los colegios sobre los peligros de las apuestas, con programas de sensibilización dirigidos tanto a jóvenes como a sus familias.
Una de las propuestas más innovadoras es la creación de centros de atención especializada para jóvenes con problemas de adicción al juego. Estos centros no solo proporcionarían tratamiento psicológico, sino también programas educativos que aborden las raíces sociales de esta adicción.
También es crucial que las empresas operadoras de juegos de azar y las plataformas online asuman una mayor responsabilidad en el cumplimiento de la normativa y en la implementación de barreras efectivas para evitar el acceso de menores.
𝗘𝘀𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗹𝗲𝗿𝘁𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗮𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗻𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗮 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝘇𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝗠𝗮́𝗹𝗮𝗴𝗮 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗳𝗲𝗻𝗼́𝗺𝗲𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗮𝘂𝗴𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱, 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝘆 𝗹𝗮𝘀 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀. Además de las medidas que ya se están tomando, es esencial fomentar una mayor conciencia social y crear un entorno más seguro para los jóvenes, donde el ocio y el entretenimiento no impliquen un riesgo para su bienestar.