15/07/2025
💔 Hoy me llevé una gran desilusión…
Durante años confié plenamente en la Clínica Veterinaria Animal Kingdom. Siempre los elegí porque me hacían sentir en casa, me trataban por mi nombre, conocían mi labor como rescatista y jamás dudaron en atender a mis perritos, sabiendo que siempre he cumplido con cada pago(sin créditos) sin retrasos ni favores.
Pero hoy todo eso pareció desaparecer.
Me presenté con varios perritos en estado grave y, para mi sorpresa, me dijeron que no podrían recibirlos si no pagaba el 100% del servicio por adelantado, sin posibilidad de dejar una parte como antes se permitía. Además, me exigieron saldar todo lo de los casos anteriores al momento, aunque ya estaban al corriente. Les expliqué que jamás les he quedado a deber ni un solo peso y que tengo años confiando en su trabajo, pero no hubo apertura ni comprensión.
Lo más duro fue escuchar: “Pues si quieres, te los puedes llevar.”
En ese momento sentí cómo se rompía todo lo que creí que nos unía: la empatía, la vocación, la humanidad. Tragué mi orgullo y pedí que por favor atendieran a mis perritos, y solo entonces accedieron.
Yo entiendo perfectamente que una clínica es un negocio, y que cada servicio debe pagarse. Nunca he pedido crédito ni quedado deber un centavo. Pero lo que duele es que, cuando más necesitaba un trato humano –recién saliendo de una cirugía, con toda mi manada enferma y haciendo esfuerzos sobrehumanos para salvarlos–, me sentí tratado como si fuera un estorbo.
A lo largo de los años he pagado internamientos, cirugías de emergencia, casos de atropellamiento y tratamientos prolongados. En muchas ocasiones, un solo caso ha costado más de $20,000 pesos. Siempre he sido responsable y agradecido. Por eso me duele más este cambio tan drástico.
Sé que no soy una fundación, ni tengo patrocinadores. Soy un rescatista independiente que ama profundamente a los animales, que muchas veces deja de comer o de descansar para poder pagar una consulta o una medicina. Y sí, cuando ya no puedo más, recurro a mi comunidad. Porque por ellos, por mis perritos, el orgullo no importa.
Lo comparto no para generar conflicto, sino porque algo cambió. Y cuando el dinero empieza a estar por encima del compromiso, de la compasión y de la historia que uno ha construido con un lugar… uno se queda con una herida difícil de explicar.
Gracias a quienes siguen apoyando, a quienes entienden lo que hay detrás de cada rescate. Ustedes, más que nadie, saben lo que duele luchar por la vida de un ser inocente… y sentir que te cierran puertas donde antes te abrían el corazón.
🐾🙏