29/07/2025
𝐄𝐱𝐜𝐞𝐬𝐨𝐬, 𝐏𝐫𝐞𝐩𝐨𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐌𝐚𝐥𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨: 𝐩𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐚𝐥𝐳𝐚𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐨𝐳.
Chilpancingo, Guerrero – En el Hospital IMSS Bienestar Dr. Raymundo Abarca Alarcón, que depende de la Secretaría de Salud Guerrero, trabajadores y visitantes han denunciado recientemente excesos y maltrato por parte del personal de seguridad privada contratado para controlar los accesos, contrario a la politica promovida por la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda. Estos señalamientos se suman al descontento generalizado por la crisis de insumos y falta de equipo médico que atraviesa el nosocomio.
Pacientes, familiares, visitantes y algunos trabajadores del Hospital General de Chilpancingo Dr. Raymundo Abarca Alarcón han denunciado públicamente los constantes abusos y maltratos cometidos por el personal de la empresa privada 𝐅𝐢𝐫𝐞𝐰𝐚𝐥𝐥, encargada de la seguridad del hospital.
De acuerdo con testimonios recabados por este medio, 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐧𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐚𝐫𝐛𝐢𝐭𝐫𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐲 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐱𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚 al acceso de familiares de pacientes, incluidos adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres embarazadas y personal de otras dependencias que tiene que hacer tramites en ese hospital. 𝐄𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐬𝐞 𝐡𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐚𝐛𝐚𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐫𝐨𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐡𝐨𝐬𝐭𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 dentro de la institución.
“𝑬𝒍 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 𝒆𝒔 𝒊𝒏𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐. 𝑵𝒐𝒔 𝒈𝒓𝒊𝒕𝒂𝒏, 𝒏𝒐𝒔 𝒏𝒊𝒆𝒈𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒐 𝒔𝒊𝒏 𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏, 𝒚 𝒏𝒊 𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒚 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒉𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒗𝒊𝒔𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒏. 𝒀𝒂 𝒏𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍, 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆 𝒖𝒏 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒍” denunció la señora Elvira Morales, familiar de un paciente con insuficiencia renal.
Incluso, personal de este medio fue testigo de la prepotencia conque fue tratado un funcionario del Gobierno del Estado de Guerrero que pretendía recabar una firma para agilizar la entrega de insumos, por el elemento de seguridad privada que aparece en la fotografía, quien le señaló “𝒔𝒆𝒓𝒂́𝒔 𝒎𝒖𝒚 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝑨𝒒𝒖𝒊 𝒚𝒐 𝒎𝒂𝒏𝒅𝒐, 𝒚𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒍𝒂 𝑳𝒆𝒚 𝒚 𝒔𝒊 𝒅𝒊𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒔 𝒑𝒖𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒔 𝒚 𝒉𝒂𝒛𝒍𝒆 𝒄𝒐́𝒎𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂𝒔”, negándose a proporcionar su nombre cuando se lo solicitaron y refugiándose en la caseta pidiendo apoyo por radio “para retirar a un revoltoso”, por lo que el servidor público estatal hizo una llamada y recibió la instrucción vía telefónica de su superior de retirarse para no sufrir alguna agresión por parte del personal de seguridad privada de la empreSA FIREWALL.
A esta situación se suma el deterioro generalizado en las condiciones del hospital: falta de medicamentos, insumos básicos, equipo médico y personal suficiente. En reiteradas ocasiones, los trabajadores han advertido sobre las carencias que afectan la atención, mientras que los usuarios deben costear por su cuenta desde paracetamol hasta estudios clínicos, en plena crisis de salud pública en el estado.
Diversos colectivos y usuarios han exigido una revisión urgente del contrato con la empresa Firewall, cuestionando no solo la actitud prepotente de los guardias, sino también la falta de capacitación en derechos humanos, atención a grupos vulnerables y manejo de crisis. “No están preparados ni para contener una emergencia real, pero sí para maltratar a la gente. Lo que necesitamos es seguridad con humanidad, no más obstáculos”, señaló un trabajador del hospital que pidió el anonimato, señalando que la empresa de seguridad es recomendación de una persona muy cercana a la Gobernadora.
Desde este medio recordamos que 𝗟𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼, 𝗻𝗼 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗶𝘃𝗶𝗹𝗲𝗴𝗶𝗼.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 4º, reconoce que 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐝𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐮𝐝, por lo que cualquier acción que restrinja arbitrariamente el acceso a los servicios médicos puede representar una violación directa a este derecho humano fundamental.
En ese contexto, los testimonios recogidos revelan que la presencia de una seguridad privada sin supervisión suficiente no solo obstaculiza el funcionamiento del hospital, sino que 𝒂𝒈𝒖𝒅𝒊𝒛𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒖𝒍𝒏𝒆𝒓𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒚 𝒔𝒖𝒔 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒔 en momentos críticos.
Se hace un llamado urgente a la Gobernadora, al Gobierno del Estado, a la Secretaría de Salud de Guerrero y a la Dirección General del hospital para que 𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐜𝐞𝐬𝐨, 𝐞𝐯𝐚𝐥𝐮́𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐦𝐩𝐞𝐧̃𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚 𝐅𝐢𝐫𝐞𝐰𝐚𝐥𝐥, 𝐲 𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧𝐭𝐢𝐜𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐢𝐠𝐧𝐨 𝐲 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐭𝐮𝐨𝐬𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐮𝐝𝐞𝐧 a este centro de salud y realicen controles a los guardias privados.
En tiempos donde el sistema público de salud enfrenta enormes retos, lo mínimo que debe ofrecerse es empatía, humanidad y respeto. 𝐋𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐮𝐝 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐠𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬, 𝐧𝐢 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐞𝐧𝐚𝐳𝐚𝐬, 𝐚𝐛𝐮𝐬𝐨𝐬 𝐲 𝐩𝐫𝐞𝐩𝐨𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧𝐭𝐢𝐳𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐞𝐫𝐯𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐮𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐢𝐠𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬.