
24/08/2025
Cuando no tener coche te cierra la puerta a un trabajo en Fuerteventura
En Fuerteventura, perder un empleo no siempre tiene que ver con la puntualidad, la responsabilidad o el rendimiento. A veces, basta con no tener coche.
Ese fue el motivo que dejó sin trabajo a una vecina de la isla, pese a llevar ocho años residiendo aquí y a no haber llegado nunca tarde ni marcharse antes de hora. La razón fue otra: depender de la guagua. Su jefa le dejó claro que, sin vehículo privado, no podía continuar.
“Lo más duro no fue quedarme sin el puesto, sino escuchar que depender del transporte público era visto casi como un defecto, como si la guagua no pudiera ser una opción digna”, relata.
El caso no es aislado. Muchas personas se ven obligadas a mudarse lejos de los centros urbanos por los altos precios de la vivienda y, cuando buscan empleo, se encuentran con la misma traba: si no disponen de coche propio, las posibilidades se reducen.
Aquí surge la paradoja: vivimos en un tiempo en el que se nos anima a ser sostenibles, a compartir coche, a usar transporte colectivo. Sin embargo, en la práctica, quienes dependen de la guagua son penalizados.
La pregunta es incómoda pero necesaria: ¿cuántos majoreros y majoreras están quedándose fuera de oportunidades laborales simplemente por no poder costearse un vehículo? ¿Desde cuándo tener coche se ha convertido en un requisito para ser “apto” en un trabajo?
Este testimonio, compartido con Dunas FM, no busca señalar nombres ni crear polémica personal. Quiere abrir un debate. Porque lo que está en juego no es un contrato puntual, sino un derecho básico: el de no ser discriminado por un factor material que nada tiene que ver con la capacidad o la responsabilidad de una persona.