
27/06/2025
No vivimos vidas de identidades únicas. Y nuestra lucha debe reflejar eso. Por eso es crítico construir puentes entre movimientos de justicia de género, racial, indígena, migrante y de discapacidad, por nombrar algunos. Al amplificar las voces de les demás y fortalecer la resistencia colectiva, podemos desafiar no solo la “guerra contra las drogas”, sino también los sistemas de opresión más amplios de los que se alimenta y potencia.
Mientras logramos reformas y reparaciones, debemos mantenernos vigilantes contra las tácticas de cooptación que solo abordan superficialmente nuestras demandas mientras refuerzan los sistemas punitivos, un fenómeno que ha sido denominado ‘humanitarismo carcelario‘. Nuestra visión de liberación colectiva debe ser al menos escéptica sobre las medias tintas, en favor de una justicia genuina, del tipo que es posible cuando nadie se queda atrás.
¡Acompañe. No Castigue!
Support. Don't Punish