10/07/2025
11 de Julio: 👇🏼
«DÍA MUNDIAL DEL CABALLO» 🐎
El 3 de junio de 2025, la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 79/291, decide designar el 11 de Julio, «Día Mundial del Caballo», con la finalidad de reconocer las múltiples formas en que esta noble criatura ha transformado la historia humana: desde la agricultura y el transporte hasta el deporte y la cultura, o tratamientos terapéuticos para todo tipo de dolencias y condiciones humanas.
La resolución invita a gobiernos, escuelas, empresas y ciudadanos a celebrar el papel de los caballos y a abordar los problemas a los que se enfrentan en el mundo actual.
El compañero eterno
Pocos animales han contribuido al progreso humano de forma tan profunda ,y discreta, como el caballo. Desde los antiguos nómadas de las estepas euroasiáticas hasta los modernos estadios olímpicos y los establos domésticos, los caballos han transportado mercancías, arado campos, ganado guerras y reconfortado corazones. Incluso en el mundo tecnológico actual, los caballos de tiro siguen trabajando en granjas ecológicas, los guardabosques a caballo protegen la fauna silvestre y los ponis terapéuticos alegran la vida de los pacientes en los hospitales.
Según datos de la FAO para 2023, se calcula que hay alrededor de 60,8 millones de caballos en todo el mundo, aunque su distribución es desigual. Estados Unidos cuenta con 2,41 millones de caballos y ponis en más de 63.000 granjas (censo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos de 2022), la Unión Europea alberga unos 7 millones de equinos y da empleo a 800.000 personas en los sectores de la cría, el deporte y el turismo. En Mongolia, los caballos forman parte de la vida cotidiana, con 3,4 millones de caballos para 3,3 millones de personas.
Un estudio conjunto de la Organización Mundial de Sanidad Animal y la FAO estima que 112 millones de équidos de trabajo sustentan los medios de vida de alrededor de 600 millones de personas en países de ingresos bajos y medios. Estos animales transportan agua, la cosecha y dan sustento a las familias todos los días.
Sin embargo, las condiciones para los caballos se vuelven cada vez más difíciles. Según la Organización Meteorológica Mundial, 2024 fue el primer año completo en el que la temperatura global superó en 1.5 °C los niveles preindustriales. Este calor les genera mayor estrés, tanto en los caballos de labor como en los de competición. Por eso, es necesario tomar medidas de adaptación al cambio climático, desde la implementación de zonas de enfriamiento en competencias olímpicas hasta la creación de nuevos estándares globales de bienestar animal.
El caballo (Equus ferus caballus) es un mamífero perisodáctilo domesticado de la familia de los équidos. Es un herbívoro de gran porte, con cuello largo y arqueado poblado por largas crines.
A la hembra del caballo se le llama yegua y a las crías, si son machos, potros o potrillos, y si son hembras, potras o potrancas. La cría y utilización del caballo por parte del hombre se conoce como ganadería equina o caballar, y su domesticación se remonta a 3600 a. C., en la región de Kazajistán.
El término latino utilizado para denominar al caballo era equus, mientras caballus, que derivó en la palabra «caballo», es un término del latín tardío, posiblemente de origen celta, que significa «caballo castrado». «Yegua» procede del femenino de equus, «equa».
Estructura ósea del caballo
Un caballo tiene doscientos cinco huesos.[25] Su columna vertebral está compuesta por cincuenta y una vértebras. Una diferencia importante entre el esqueleto del caballo y el del humano es que aquel carece de clavículas, los miembros anteriores se unen a la columna mediante poderosos músculos, tendones y ligamentos que sujetan las escápulas. Las patas y los cascos de los caballos también son estructuras únicas. La disposición y proporciones de los huesos de sus patas son muy diferentes a las de los humanos. Por ejemplo, la parte del cuerpo llamada «rodilla» en los caballos en realidad está formada por los huesos del carpo, que se corresponden con la muñeca humana. Mientras que el corvejón contiene huesos equivalentes al tobillo humano. Los huesos inferiores de la pata del caballo se corresponden con los huesos de la mano o el pie humanos, y los denominados nudillos del caballo son los huesos sesamoides entre la caña (un único hueso equivalente al metacarpo) y las falanges proximales de los dedos, es decir los nudillos humanos. En las extremidades delanteras, el cúbito y radio se han fusionado dando lugar a un único hueso, al igual que ha sucedido con la tibia y el peroné lo que impide que pueda girar lateralmente las manos y pies. Además un caballo no tiene músculos en sus patas por debajo de las rodillas y corvejones, solo tiene piel, tendones, ligamentos, cartílago y huesos, y un tejido córneo especializado para absorber impactos que forma los cascos. Todas estas diferencias son adaptaciones de sus extremidades a la carrera, como la reducción del número de dedos de las extremidades a uno solo rodeado de un material córneo llamado casco.
Los huesos de la cabeza del caballo son largos y los de la cara tienen el doble de longitud que los del cráneo. La mandíbula también es larga y posee una superficie ancha y aplanada en la parte inferior de la zona posterior.
El pelaje de un caballo
La capa de un caballo es la coloración general del pelaje. Cuando hablamos de capa a veces hay que diferenciar los colores de la crin y la cola, y si le cambia el color cuando es joven. Las capas principales son las siguientes, si bien hay muchas variaciones de cada una:
• Alazán: crin y cuerpo de tono marrón claro o rojizo, como pelirrojo.
• Albino: no es un verdadero color de capa, sino un polimorfismo genético transmisible a la descendencia. El animal albino carece de un enzima, la tirosinasa, que inicia la transformación de la tirosina en el pigmento melanina. La falta de melanina produce caballos blancos y de ojos rojos, que son hipersensibles a la luz. Los caballos con albinismo parcial o total (tobianos parcialmente albinos) se consideran defectuosos y por tanto se les aparta de la reproducción.
• Bayo: blanco amarillento.
• Blanco: es una capa difícil de encontrar; todo el cuerpo debe ser de color blanco, sin ningún otro tono.
• Castaño, mulato o zaino: marrón oscuro, a veces casi negro; crin y cola pardas o negras.
• Isabelo: cuerpo de color crema y la crin y la cola de un color más oscuro, pero es distinto a un caballo que posee una capa baya.
• Negro: capa de color negro. Se admiten zonas blancas en pies y cabeza.
• Palomino: marrón muy claro, cola y crin blancas o claras. Esta capa es poco común, pero suele ser muy apreciada en algunas razas.
• Pío: capa de dos colores, raramente tres, en forma de manchas. Blanco y negro (pío negro); blanco y rojo (pío alazán), etc. Existen numerosas variantes según el tamaño y forma de las manchas (overo, tobiano, apalusa, etc.).
• Ruano: tiene pelos entremezclados de distintos colores que pueden ir desde el alazán hasta el blanco o el negro, con diversos tonos.
• Tordo: no es completamente blanco, sino una mezcla de pelos blancos, grises y negros. Dependiendo de los tonos oscuros y su distribución, hay diferentes tipos. Nace negro o de otra capa y va aclarándose con el tiempo hasta volverse blanco. Debajo del pelo blanco se puede apreciar que la piel es negra.
Una capa uniforme es aquella que no tiene pelos de otro color.
La reproducción del caballo:
El caballo alcanza la madurez sexual a los cuatro años. La gestación dura unos once meses, y la hembra da a luz una única cría (el nacimiento de gemelos es algo raro como los partos de tres o más potrillos, y se da más en yeguas de edad avanzada). Los caballos domésticos pueden tener dificultades en el acoplamiento sexual por lo que, en ciertas ocasiones, a la hora de fecundar a la hembra se hace necesario que dirija el pene del caballo una persona, a la que se la llama «mamporrero».
¿Cuántos años vive un caballo?
Tienen una vida media de 25 a 40 años en cautiverio y en libertad viven en torno a los 25 años. La inclinación y desgaste de los dientes incisivos se incrementa con el tiempo y sirve para determinar la edad del caballo. Es normal que en cualquiera de los casos vivan algo más. La madurez no la alcanzan hasta los 4 años, cuando dejan de ser potros (potrancas en el caso de que sean hembras). A esa edad se los comienza a domar y a montar. A los cuatro años son considerados caballos adultos, y tienden a tranquilizarse. Un caballo con buena salud, puede ser montado hasta bien entrados los 20 años.
El «Día Mundial del Caballo» es más que una celebración: es un llamamiento a proteger una de las alianzas más antiguas de la humanidad. Es el animal que aún hoy nos ayuda a alimentarnos, sustenta nuestras economías y nos eleva el espíritu.
Proteger a los caballos
Con el aumento de las temperaturas, el cuidado de los caballos se vuelve cada vez más urgente. El calor extremo de 2024 evidenció cómo el cambio climático los afecta, en el campo, en traslados y en competiciones. Organismos internacionales están actualizando normas sobre alimentación, descanso, cuidado de los cascos y equipamiento y se refuerza el seguimiento de las poblaciones, sobre todo en zonas rurales. Desde los estadios olímpicos hasta las festividades locales, se aplican nuevas normas de protección contra el calor para los equinos.
Fuentes:
https://www.un.org/es/observances/horse-day
https://docs.un.org/es/A/RES/79/291
https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-mundial-caballo
https://es.wikipedia.org/wiki/Equus_ferus_caballus