Rodrigo Nistal

Rodrigo Nistal Periodista. Compartiendo historias, reflexiones y noticias que merecen ser contadas. Periodista todoterreno. Apasionado de conocer y contar historias de vida.

▪️ A un mes de la tragedia en Bahía Blanca: el recuerdo de sus víctimasPasó un mes. Solo 31 días, pero para quienes estu...
07/04/2025

▪️ A un mes de la tragedia en Bahía Blanca: el recuerdo de sus víctimas

Pasó un mes. Solo 31 días, pero para quienes estuvimos en Bahía Blanca el 7 de marzo, ese número no dice nada. Porque hay fechas que no se cuentan en días, se cuentan en heridas. En silencios. En ausencias.

La ciudad aún arrastra el dolor, lo carga en cada barrio, en cada calle que fue testigo de la desesperación. Algunos intentan levantarse como pueden, reconstruir su casa, recuperar algo de lo perdido, volver a empezar. Pero hay otros que no tienen a quién abrazar al final del día. Perdieron lo más valioso: un ser querido.

Y el mejor recuerdo es aquel que nunca se olvida. Y porque hay nombres, historias, vidas, que merecen ser recordadas con respeto, con amor, y con verdad.

En estos días familiares y allegados me han compartido datos, detalles, recuerdos. No son solo víctimas, son personas. Con sueños, con familias, con historias que quedaron interrumpidas por una tragedia que nos duele a todos.

Cada 7 de marzo ya no será un día más. Será una marca en la memoria colectiva bahiense. Una herida abierta que nos obliga a no mirar para otro lado. A exigir que nunca más una lluvia se convierta en una amenaza. Que nunca más falte una respuesta, una acción, un cuidado.

Que en paz descansen quienes se fueron. Y que quienes quedaron (familias, amigos, conocidos) encuentren la fuerza para seguir. Que la memoria sea faro. Y que el dolor no sea en vano.

06/04/2025

▪️PILAR HECKER Y UNA HISTORIA QUE NOS DUELE A TODOS

No hay palabras suficientes para abrazar a una madre que perdió a su hija. Y menos aún cuando la vida ya le había arrebatado dos veces ese sueño.

Marina Haag nació en Mayor Buratovich. A los 15 años, en 2011, se enamoró de Andrés Hecker. Juntos empezaron a imaginar una familia.

Pero la vida, con su crueldad a cuestas, les quitó primero a Lucrecia (2013), luego a F***y (2014), un recuerdo que siempre visibilizó con mucho dolor Marina en sus redes.

A pesar del dolor, Marina no se rindió. Peleó por su deseo de ser mamá, aún con el miedo a perder. Hasta que un 12 marzo de 2020, con casi 4 kilos y 50 centímetros, nació Pilar. Su arcoiris después de tanto dolor.

Y luego llegó Delfina, a fines del 2023. Dos hermanitas. Dos milagros.

Pero el 7 de marzo de 2025, la lluvia volvió a ser sinónimo de tragedia.

La ciudad se inundaba y su casa también. Marina, Andrés, Pilar y Delfina salieron desesperados en su auto, intentando escapar del agua y rumbo a Ascasubi donde los esperaban familiares.

En la ruta 3, cerca de General Cerri, el vehículo fue arrastrado por la corriente. Intentaron subirse a una combi de Andreani para estar al resguardo. Pero el agua fue más fuerte. Una correntada se llevó todo.

Solo Marina y Andrés lograron ser rescatados. Rubén Zalazar, el hombre que intentó ayudarlos, murió. Y Pilar y Delfina desaparecieron.

Durante semanas, se buscó a las niñas. Todos compartieron sus fotos. Era el milagro de encontrarlas con vida.

Pero 30 días después, el cuerpo de Pilar fue hallado en la playa de Baterías, en Coronel Rosales, a más de 40 km del lugar de su desaparición. Tenía la ropa con la que había estado aquel 7 de marzo.

Pilar tenía solo 4 años. Iba a cumplir 5 el 12 de marzo. Le gustaba el patín. Iba feliz a la escuelita MG y dicen que su sonrisa contagiaba.

Hoy, su historia duele profundamente. Y todavía falta encontrar a Delfina con el dolor que ya la situación conlleva.

QEPD
El acompañamiento a sus padres y familiares.

31/03/2025

▪️ HISTORIAS DE LA INUNDACIÓN: ANASTACIA AGÜERO, UNA VIDA MARCA POR LA FUERZA, EL TRABAJO Y SU AMOR FAMILIERO

Anastacia Agüero de Rueda tenía 84 años. Su historia comenzó el 30 de julio de 1939 en Sierras Coloradas, un pequeño paraje en el sur de la provincia de Río Negro. Nació en el campo, asistida por su abuela Catalina, en una familia numerosa de 11 hermanos, dedicados a la crianza de ovejas. A ella, sus afectos más cercanos le decían simplemente “la Gorda”.

Cuando tenía apenas 11 años, dejó el campo y viajó en tren a Bahía Blanca junto a tres de sus hermanas: Hermelinda, Isolina y Delia. La promesa era venir a estudiar, pero la realidad fue otra. Las niñas fueron destinadas a trabajar como empleadas domésticas, a cambio de comida y un lugar donde dormir. Anastacia no fue a la escuela, pero aprendió a leer y escribir. Su infancia fue dura, marcada por el maltrato y el silencio.

A los 19 años conoció a Antonio Rueda, ferroviario y pulidor de pisos. Con él formó una familia. Se casaron y tuvieron cuatro hijas: Mirta, Patricia, Marisol y Natalia. Siempre esperó con ilusión tener un hijo varón, pero esa llegada no se dio. Años más tarde, llegaron sus nietos: Luca, Isabella, Lola y Máximo, que renovaron su alegría.

Vivía en la misma casa desde hacía décadas, en la calle Urquiza al 200, en el barrio Napostá de Bahía Blanca. Allí crió a sus hijas, a sus nietos, a varios animales y también construyó gran parte de su historia. Hasta el año 2010 trabajó como empleada doméstica. Incansable, se movía con soltura por la cocina, la casa, el patio y hasta hacía arreglos: pintaba, revocaba, cortaba el pasto, reparaba muebles. Amaba tejer, coser, hacer artesanías y cocinar. Empanadas, pastelitos de membrillo con masa hojaldrada perfecta, buñuelos de manzana, tortas fritas, budines, postres, asados. Cocinaba con el fuego, con las manos, con el alma.

Era fanática de Boca Juniors. Miraba todos los partidos que pasaban por televisión. También seguía el boxeo, la lucha libre, documentales de animales, noticieros y programas de preguntas y respuestas. Su ritual de cada enero era mirar el Festival de Jesús María.

Anastacia era fuerte, detallista, coqueta, solidaria. Se pintaba las uñas de rojo o rosa, cuidaba su aspecto, iba a la peluquería cuando podía. No tuvo lavarropas hasta el año 2009, lavaba todo a mano. Fue una mujer de trabajo, de costumbre, de hacer por los demás sin esperar nada a cambio. Su frase de cabecera: “Madre hay una sola”.

En los últimos años su salud se deterioró. Tenía osteoporosis y sufrió dos caídas que la dejaron con una lesión en la cadera izquierda. Estuvo dos meses en cama. Se recuperaba lentamente, con andador. Pese al dolor, nunca se quejaba. Sólo su mirada dejaba entrever la angustia que no decía.

El 7 de marzo de 2025, a las 4 de la madrugada, la tragedia golpeó su puerta. La lluvia no paraba y el agua empezó a entrar en la casa. Anastacia vivía con sus hijas Mirta (63), Patricia (62) y su nieto Luca (19). Cuando vieron que el agua subía sin freno, la sentaron en la cocina. Luego la trasladaron a otra habitación. Volvieron a la cocina y quedaron los cuatro encerrados. El nieto logró abrir la puerta y llegaron al garaje. El agua rompió el portón y se llevó todo: lavarropas, muebles, la vida cotidiana. Mirta trepó a un pilar, Patricia al calefactor. Luca quiso aferrarse a su abuela, pero la corriente se la llevó. Él quedó colgado de un árbol, gritando por ayuda. Fue rescatado, junto a sus tías, por Nicolás Álvarez, un vecino que usó su moto de agua para salvar vidas esa mañana.

El cuerpo de Anastacia apareció a dos cuadras de su casa, en Florencio Sánchez al 200. La familia supo la noticia casi 40 horas después, cuando debieron ir a reconocerla en la morgue. Mientras tanto, su rostro había circulado en redes sociales como una de las personas desaparecidas.

Aquella noche también murió su mascota, Manchi, una perra que crió por más de 15 años, no sobrevivió. Se salvaron Wally, el perro de Luca, y una gata. Sus otros nietos casi pasan el día con ella, el día anterior, pero no llegaron. El destino quiso que no estuvieran allí.

Hoy, su familia no reclama nada. Sólo busca honrar su memoria. Contar su historia. Recordarla como una mujer de lucha, de amor, de entrega incondicional. Se fue en paz, habiéndolo dado todo por los suyos. Anastacia Agüero de Rueda no es solo una víctima de la catástrofe del 7 de marzo. Es, para siempre, un símbolo de fuerza, dignidad y mucha resiliencia.

La Zapatilla de Pedro, la Esperanza de MartínPedro, un niño de 5 años, miraba sus zapatillas con cariño. No eran nuevas,...
16/03/2025

La Zapatilla de Pedro, la Esperanza de Martín

Pedro, un niño de 5 años, miraba sus zapatillas con cariño. No eran nuevas, pero las había cuidado bien. Su mamá le había contado sobre la inundación en Bahía Blanca y cómo muchas familias lo habían perdido todo. Sin dudarlo, corrió a su habitación, tomó su mejor par y escribió en una hoja con letras grandes: "Fuerza Bahía".

—Mamá, quiero que estas zapatillas lleguen a alguien que las necesite —dijo con determinación.

Su madre lo abrazó con orgullo y juntos llevaron el calzado al centro de acopio más cercano.

A kilómetros de distancia, en Bahía Blanca, Martín, de la misma edad, caminaba descalzo entre el barro seco que antes había sido su hogar. Todo lo suyo, incluso sus zapatillas, había sido arrastrado por el agua. Su madre intentaba contener las lágrimas, pero él sabía que estaban pasando por un momento difícil.

Pero en la rapidez de la solidaridad que invadió la ciudad, en un refugio improvisado, un voluntario se le acercó con una caja.

—Martín, esto es para vos —le dijo con una sonrisa.

Martín abrió la caja y encontró un par de zapatillas que parecían hechas a su medida. Junto a ellas, un papel doblado. Lo abrió con cuidado y leyó en voz baja: "Fuerza Bahía".

No pudo evitar llorar. No conocía a Pedro, pero en ese instante, sintió que alguien, a cientos de kilómetros de distancia, se había preocupado por él. Se puso las zapatillas y las sintió como un abrazo. No eran solo un par de zapatos, eran esperanza, amor y la prueba de que, incluso en la tragedia, la solidaridad construye puentes invisibles entre corazones.

Pedro nunca supo a quién habían llegado sus zapatillas, pero esa noche durmió con una certeza en el alma: ayudar hace que el mundo sea un lugar mejor.

(Historia real de las tantas que unió este momento tan triste y devastador para Bahía)

A veces siento que a los argentinos nos meten a todos en la misma bolsa. Que somos agrandados, mentirosos, creídos, vent...
15/03/2025

A veces siento que a los argentinos nos meten a todos en la misma bolsa. Que somos agrandados, mentirosos, creídos, ventajeros. Que vivimos de la viveza criolla y siempre encontramos la forma de zafar. Pero cuando pasan cosas como la que vivimos en Bahía Blanca en estos días, la realidad nos pega de frente y demuestra otra cara del país.

Porque cuando la catástrofe nos golpeó, no estábamos solos. De todos lados llegaron manos solidarias, gente que ni nos conoce pero sintió el dolor como propio. Se multiplicaron los abrazos, las palabras de aliento, la ayuda sincera. Sí, claro, siempre están los insensibles, los que miran para otro lado. Pero la gran mayoría del país nos demostró que en las malas no estamos solos. Que cuando más lo necesitamos, Argentina se hace presente. Y por eso, desde lo más profundo, estaremos eternamente agradecidos.

Ahora, lo más difícil está por venir. Reconstruir una ciudad no es tarea fácil. Se necesitará mucho esfuerzo, recursos y decisiones que no dependen de nosotros. Y no me interesa hacer política, ni meterme en ese terreno. Lo que me importa es nuestra ciudad, la que necesita volver a ser lo que era hace apenas una semana. Lo que me importa es que sigamos estando, que no olvidemos lo que sentimos estos días, que la solidaridad no se diluya cuando el agua baje. Porque si algo nos quedó claro, es que juntos, siempre es un poco más fácil.

14/03/2025

🚨 | Bahía necesita ayuda 🚨

Las familias afectadas por las inundaciones necesitan donaciones con urgencia. Si podés colaborar, estos son algunos de los mensajes que me hicieron llegar en estas horas y direcciones donde reciben ayuda. Además de Ingeniero White, Cerri, Barrio Derby, Viajantes del Sur, y más.

📍 Villa Harding Green (Indiada 3755)
🛒 Se necesita: Alimentos, artículos de limpieza, mantas, acolchados y artículos de higiene.

📍Comedor Manos que ayudan, manos que bendicen (Indiada 2840)
🛒 Se necesita: Alimentos, higiene, frazadas, ropa de cama, colchones y artículos del hogar.

📍 Villa Nocito (Manuel Molina 1950)
🏠 Perdieron todo. Necesitan: Helazdera, mesa y cama de una plaza.

📍 Iglesia Palabra de Vida (Holdich 1700, entre Jujuy y Pampa Central)
🛒 Se necesita: Frazadas, elementos de limpieza, colchones, pañales y mercadería.

📍 Barrio Villa Italia – Rivadavia al 2700
🛒 Se necesita: Frazadas, colchones y artículos de limpieza.

📍 Merendero de Bolivia 219
🛒 Preparan comida y salen a repartir y todo lo que puedan llevar siempre le hace falta para seguir haciendo viandas

📍 Otros puntos para brindar ayuda:
📌 Pacífico 1335, Av. La Plata 2094
📌 25 de Mayo 2224 – Alimentos y artículos de limpieza para abuelos.
📌 Berta Gastañaga al 3000
📌 Zona de Quintas, pasando Bordeu
📌 Elisa al 700 (Barrio La Merced)
📌 Thompson y 1810
📌 Ruta 3 km 705
📌 Podestá 2243
📌 Rio atuel y Paraná (Pampa Central)
📌 Parera y Escalabrini Ortiz
📌 Sixto Laspiur al 2000
📌 Cabo Farina 1440
📌 Castelli 1800
📌 Sociedad de fomento Villa Libre, Fournier 955
📌 Balboa 3256

En la semana siguen viniendo más camiones y ayuda desde distintos lugares del país.

iTodos sumando un granito para salir de esta juntos y unidos!

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📢 Ayuda directa a quienes más lo necesitan 🚛❤️En estos días llega un camión desde el Sur con donaciones, y queremos que ...
12/03/2025

📢 Ayuda directa a quienes más lo necesitan 🚛❤️

En estos días llega un camión desde el Sur con donaciones, y queremos que la asistencia vaya directamente a los lugares que realmente lo necesitan.

Si sabés de algún barrio o dirección donde no esté llegando ayuda, comentá en los comentarios o por mensaje privado. Hay que asegurarse de que nadie quede afuera.

🙌💙

La tormenta pasó, pero la lucha sigueMiro las calles de Bahía Blanca y todavía cuesta creer lo que pasó. El agua arrasó ...
11/03/2025

La tormenta pasó, pero la lucha sigue

Miro las calles de Bahía Blanca y todavía cuesta creer lo que pasó. El agua arrasó con todo: casas, comercios, autos, sueños. Hay familias que hoy no tienen dónde dormir, comerciantes que perdieron lo que les llevó años construir, barrios enteros que quedaron de rodillas. Pero en medio de tanta desolación, hay algo que emociona hasta las lágrimas: LA GENTE. La inmensidad de personas que, desde cada rincón del país, están ayudando a levantar a nuestra ciudad.

Porque cuando la tragedia golpea, el argentino responde. No importa de dónde venga, si conoce Bahía o no, si tiene mucho o poco. Aparecen donaciones, voluntarios, camionetas llenas de mercadería, manos dispuestas a limpiar, cocinar, abrazar. Es una ola de solidaridad que conmueve y nos recuerda lo mejor de nosotros.

Pero también hay que decirlo: la ayuda tiene que llegar a donde tiene que llegar. Basta de oportunistas, de los que se cuelgan de la desgracia ajena para lucrar o sacar ventaja. Esto no es una oportunidad para figurar ni para hacer política barata. La asistencia es URGENTE y debe ir directamente a quienes la necesitan, sin desvíos, sin burocracia, sin especulación.

Y un capítulo aparte para los delincuentes. Porque siempre están los que, en medio de la angustia general, ven una oportunidad para el saqueo. No tienen escrúpulos, no tienen límites. Mientras algunos rescatan lo poco que les quedó, otros aprovechan para llevarse lo que no es suyo. No hay excusas, no hay contexto que justifique semejante miseria humana, es ser un hijo de p**a.

Bahía Blanca va a salir adelante, no tengo dudas. Pero lo hará con el esfuerzo de todos: de los que donan, de los que ayudan, de los que trabajan día y noche para poner de pie lo que se cayó. A ellos, a los que están en la calle, en los centros de acopio, en los barrios más golpeados, va el reconocimiento más grande. Son el motor de esta reconstrucción.

El argentino es solidario. Lo ha demostrado una vez más. Ahora que esa solidaridad se transforme en soluciones reales. Que la ayuda llegue a cada uno de los que hoy se quedaron sin nada. Porque Bahía los necesita, y los necesita ahora.

  TODA LA DATA RECOLECTADA DE LOS COLEGAS DE ASOCIACIÓN ILÍCITAAyudar con dinero a Bahía BlancaDesde Argentina:Alias: ba...
10/03/2025

TODA LA DATA RECOLECTADA DE LOS COLEGAS DE ASOCIACIÓN ILÍCITA

Ayudar con dinero a Bahía Blanca

Desde Argentina:
Alias: bahiaxbahia
Municipio de Bahía Blanca

Alias: Caritas.B.Bca
Cuenta de: Cáritas Arquidiocesana BB

Alias: donafundacionsi
Cuenta de: Fundación Sí

Alias: donaporbahiablanca
Cruz Roja Argentina

Desde el Exterior:
Alias: bahiaxbahia.usd
Municipio de Bahía Blanca

Puntos de donación oficiales actualizados
-Dow Center (Rodríguez 4.985)
-Club Liniers (12 de octubre 1.046)

Se necesitan: colchones, alimentos, agua envasada, elementos de limpieza e higiene, frazadas y abrigo, ropa de cama y velas.

Hay cientos de lugares más en distintos barrios en los que distintas instituciones y organizaciones se mueven para recibir y dar ayuda.

Colectas para White
En White: Daniel de Solier 2.677
Pacífico: Enrique Julio 480
Los Álamos: 9 de julio 3.448

¿Querés ayudar al Hospital Penna?
Alias: cono.nectar.galera
Cooperadora del Penna

Alias: lote.cono.toldo
Nacer, ayuda al prematuro

¿Querés ayudar a IREL?
IREL es un centro de rehabilitación que necesita:
-Pañales para adultos
-Algodón
-Paracetamol
Te contactás al 2914146641 o 2915047228.

¿Perdiste a tu mascota?
En esta web te ayudan para reencontrarte con ella: lost-pets-app.vercel.app

También podés buscarla en el IG de Cuatro Patas.

Si conocés a alguien que tenga diabetes y se haya quedado sin insumos
en IG.

¿Sin agua?
Si no tenés agua, contactate con ABSA al 0-800-999-2272.

La sodería Del Punta recarga agua gratis en San Lorenzo 792.

Puntos de asistencia alimentaria y entrega de viandas
-La Rioja 5.752
-La Pinta y Darregueira
-Iglesia de Soler al 400
-Magallanes 1.121
-Moreno 1.268
-Richieri 2.523
-Pampa Central y Ugarte
-Laudelino Cruz 1.599
-Pilcaniyén 251
-Estomba 2.345
-Diagonal Spurr 2.726
-Necochea 2.109
-Charcas y 3 de Febrero

Centros de salud abiertos
-Hospitalito de White: guardia 24 hs
-Centro de salud Norte: 9-17hs
-Centro de salud Milstein: 9-17hs
-Centro de Salud Dharma:9-17hs
-Unidad Sanitaria Bella Vista:9-17hs
-Centro de salud Piñeyro: 9-17 hs
-CIC de Spurr: 10-17 hs

Y no olvides que están el 911 y el 109 para emergencias.

09/03/2025

White es historia, es lucha, y lo que se vive hoy, es dramático. Pero emociona ver a tanta gente ayudando, colaborando y dejando lo que sea por estar con otros vecinos para tender una mano.

Calles inundadas, escombros, hay pérdidas de todo tipo, hay lágrimas y la tristeza que atravesamos todos los bahienses. Pero también hay brazos que levantan, palabras que consuelan, gestos que sostienen.

Las casas pudieron haber sido golpeadas, pero está la esperanza de volver a empezar, a pesar del dolor inmenso en el peor capítulo que atravesó la ciudad en su historia.

09/03/2025

CERRI, DOLOR PROFUNDO

Las calles de Cerri cubiertas de barro, agua y desolación. Las casas, que alguna vez fueron refugio y abrigo, hoy parecen heridas abiertas en la tierra. El agua se llevó muebles, recuerdos, sacrificios de años.

Aquí nadie se queda solo. Las manos se tienden sin preguntar, los abrazos se reparten sin medida. En cada balde de agua sacada de las casas, en cada bolsa de ropa donada, en cada comida caliente que los vecinos ofrecen, hay una promesa de reconstrucción.

Duele, y claro que duele. Pero entre el barro y la tristeza, en las miradas agotadas pero firmes de quienes ayudan unos a otros, en los niños que corren sin entender del todo la magnitud del desastre, en cada vecino que sigue de pie, late la certeza de que Cerri se levantará. Como lo ha hecho siempre. Como lo hará otra vez.

La magnitud del desastre es incalculable😢

08/03/2025

OTRA TRAGEDIA QUE NOS GOLPEA A TODOS LOS BAHIENSES

No puedo creer lo que estamos viviendo. Que ganas de llorar. Otro golpe, otro desastre, otra tragedia que nos atraviesa a todos. Bahía Blanca, nuestra ciudad, vuelve a ser escenario de un drama sin precedentes. No hay palabras que alcancen para describir la angustia, la impotencia, la tristeza infinita que se siente en el aire.

Es como si el destino se empeñara en ponernos a prueba una y otra vez, sin darnos respiro. Hace poco, un desastre; hoy, otro más. Y en medio, el dolor de quienes lo pierden todo, el esfuerzo de quienes ayudan, el miedo de quienes piensan "¿qué sigue ahora?". Nos duele la ciudad, nos duele la gente, nos duele cada historia que escuchamos.

No hay rincón que no esté afectado de alguna manera. Familias enteras devastadas, sueños hechos pedazos en cuestión de minutos. Basta con salir a la calle, con mirar a los ojos de cualquier vecino para ver el peso de esta inundación. La desesperación de los que buscan respuestas, de los que intentan reconstruir lo que parece imposible de reparar.

Las redes están llenas de pedidos de ayuda, de fotos que no quisiéramos ver, de nombres que ya no deberían estar en esas listas. Historias de pérdidas, de milagros, de solidaridad, de impotencia. Nos une el mismo dolor, el mismo desconcierto.

Y sin embargo, en medio de tanto desastre, algo nos mantiene en pie. Quizás sea la fuerza de quienes no se rinden, la esperanza de que, aunque hoy todo parezca derrumbarse, todavía hay algo por lo que luchar. Bahía Blanca ha sabido salir adelante antes, pero esta vez… esta vez duele demasiado.

😢 Queda mucho por saber aún, las condolencias a esas familias que perdieron un ser querido en este temporal.

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