Luz Entre Rios

03/07/2025

🐝 La abeja reina y la obrera nacen iguales… pero terminan en mundos opuestos.

Sí… tienen el mismo ADN.
La reina NO nace reina… se hace reina.

👉🏽 No es por herencia.
👉🏽 No es por suerte.
👉🏽 Es por alimentación.

Todas las larvas empiezan igual…
Pero a UNA la alimentan solo con jalea real, una sustancia HIPER NUTRITIVA que transforma su cuerpo y su destino. 🍯

Las demás… reciben polen y néctar. Algo básico. Algo común.

Y allí ocurre la magia (o la tragedia, según cómo lo veas):

✅ La abeja reina:
Crece el doble de tamaño.
Vive años en lugar de semanas.
Puede poner hasta 2,000 huevos al día.
Se convierte en el centro de toda la colmena.

❌ Las obreras:
Pequeñas.
Infértiles.
Condenadas a trabajar… y a morir pronto.

📌 La clave:
Mismo ADN.
Destinos opuestos.
Todo por la alimentación.

Esto… es epigenética:
El poder de tu entorno, tu nutrición y tus hábitos para activar o apagar lo que llevas dentro.

Y antes de que lo olvides…
No solo hablamos de comida.
También de lo que metes en tu mente, tus pensamientos, tus conversaciones, tus hábitos diarios.

👉🏽 Alimentas tu cuerpo…
👉🏽 Alimentas tu mente…
👉🏽 Alimentas tu destino

Créditos al autor

02/07/2025

Feliz día

01/07/2025

Un día, en un pueblito, un panadero empezó a sospechar que el granjero le estaba vendiendo menos mantequilla de la que le cobraba.
Así que se fue a su tienda, puso la barra en su balanza… y efectivamente: no pesaba lo prometido.

Enojado, fue directo con el juez.
Llevó testigos, levantó la voz y acusó al granjero de deshonesto.

Ya en el juicio, el juez le preguntó al granjero:
—¿Usted tiene cómo pesar la mantequilla?
Y el granjero, tranquilo, respondió:
—No, señor. No tengo báscula profesional. Lo que hago es simple: cada mañana el panadero me vende una libra de pan, y yo uso ese mismo pan como referencia para darle la misma cantidad en mantequilla.

Silencio total.
Todos voltearon a ver al panadero… que ya no dijo nada.
Retiró la demanda, bajó la mirada… y nunca volvió a quejarse.

Moraleja:
Antes de señalar a alguien, asegúrate de estar haciendo las cosas bien.
Porque muchas veces… lo que damos es justo lo que recibimos.

-Susana Rangel

30/06/2025

Obtuve más de 1.500 reacciones en una de mis publicaciones la semana pasada. ¡Gracias a todos por el apoyo! 🎉

29/06/2025

Hace tiempo, antes de la época de los tuppers de plástico y los envíos a domicilio en cada esquina, una señora preparó en casa un caldo de pollo. Casero, sencillo — con huesito, zanahoria, laurel… y mucho amor. Lo cocinó para una compañera del trabajo — la jefa de departamento — que estaba internada en el hospital. Envolvió la olla caliente en una cobijita de bebé para que no se derramara en el camino, la metió en una bolsa grandota, y se fue en tranvía, cruzando media ciudad.

Algo en su corazón le decía: “Tienes que ir. No se vale enfermarse en soledad. Hay que llevar algo calientito, algo de casa. Hay que estar.” En ese entonces todavía era común visitar a alguien no con regalos, sino con cariño.

Pero en el camino, otra compañera la detuvo:

— ¿A dónde vas con ese caldo? ¡Si no está sola! Seguro sus familiares ya le llevaron piña, pasteles y de todo. Además, es la jefa… seguro ya la visitaron todos los de arriba. No hagas el ridículo con tus ollas…

La señora se sintió apenada. Dudó. Se quedó parada en la parada, mirando la olla dentro de su bolsa. ¿Y si sí? ¿Y si ya hay mucha gente ahí? ¿Comida de sobra? ¿Para qué más caldo?

Pero algo dentro de ella no la dejó regresarse. Se subió al tranvía. Llegó. Entró al cuarto. Y ahí… vacío. Silencio. Frío. El hospital como es. Nadie. Ni piñas, ni panecitos. Ni familia, ni jefes. Y unos ojos… cansados, solitarios, agradecidos.

Puso la olla sobre la mesita, quitó la cobijita — y la habitación se sintió más cálida. Por el olor. Por la presencia. Por el gesto.

Tal vez fue el caldo. Tal vez fue el simple hecho de que alguien atravesó la ciudad con una olla entre manos… pero la mujer hospitalizada empezó a mejorar. Y por mucho tiempo recordó ese día como el más cálido de aquel marzo helado entre sábanas de hospital.

Porque a veces alguien te dice con mucha seguridad: “No hace falta. Ya está todo cubierto.” Pero no les creas. No escuches a quien habla bonito, pero apaga tus ganas de ayudar. Si el corazón te dice que vayas, entonces ve. Aunque sea con un caldito envuelto en una cobija.

Porque el bien nunca sobra. Y el tuyo… puede ser el único que llegue.

Créditos al autor

28/06/2025

La felicidad se comparte,
la alegría se contagia,
la generosidad se derrama
y entonces el día se vuelve maravilloso!!

28/06/2025

27/06/2025

¿Hasta cuándo una madre deja de preocuparse por sus hijos?
La respuesta, aunque muchos la ignoren, es nunca.

Una madre le mandaba un mensaje a su hijo de 20 años, recordándole que iba a llover… y que no olvide su paraguas.
Llamaba para saber si su nieto aguantó el primer día de escuela sin llorar… y si su hija alcanzó a llegar al coche antes de quebrarse.
Se quedaba con el bebé para que su hija pudiera ducharse en paz, cuidar su cuerpo, recuperar su aliento.
Compraba pretzels para su hija de 34… porque sabía que le encantaban desde niña.
Y llamaba en la noche para preguntar:
—¿Llegaste bien a casa?
Solo entonces podía dormir tranquila. 😴

Los hijos crecieron.
Tienen autos, trabajos, casas, hijos propios.
Ya no necesitan que alguien les diga qué ponerse, qué comer o cómo cuidarse.
Pero ella sigue allí.
Con amor discreto. Con gestos que ya nadie pide, pero que ella ofrece igual.
Porque el instinto no se jubila.
Porque el corazón de una madre no entiende de edades ni de distancias.

Ser madre no termina cuando el hijo cumple 18.
Ni cuando se casa.
Ni cuando se va.
Ser madre es un trabajo de toda la vida…
🌱 Y también, la mayor prueba de amor incondicional.

👩‍👧‍👦 Si aún tienes a tu madre, llámala.
Si ya no está, honra todo lo que hizo sin que te dieras cuenta.

❤️ Recuerda esto:
Las madres no siempre dicen “te amo” con palabras.
A veces lo dicen con un mensaje,
con un gesto,
con un simple:
—Lleva el paraguas, por si llueve

Créditos al autor

27/06/2025

¡Un saludo especial a mis nuevos fans destacados! 💎 Maria Diaz, Evelyn Soto, Luis Humber Ocampovigil, Marta Simini, Ismael Eduardo Gomez, Edilma Benavides, Isabel Rodriguez, Carlos Peleato, Pilar Aguirre, Lesvia Lopez, Martin Lozano Moreno, Nelson Sanchez, Juana González, Maria Larrain, Jose Rangel, Marta Anoso, Ali Olivera, Amelia Zavala, Diana Fonseca, Marilu Diaz, Francisco Javier Pino, Leonardo Godoy, Carolina Hidalgo, Elsa Beatriz Ramos, Rody Orlando Galvan, Ivette Elena Paz Sarduy, Luis Guzman, Myriam Pintos, Laly Ortiz, Maria Huerta, Humberto Krause, Miriam Miresmires, Claudia Carolina Castillo Atoche, Ana Maria Chavez Mesones, Mariana Bosco, Omar Jorge Sepúlveda

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