
21/09/2025
Manifiesto por una juventud con libertad y cuidado.
Que la juventud no sea un campo de batalla,
ni un laboratorio de obediencias.
Que no la apuren, no la encajonen,
no le hagan creer que tiene que decidir su vida
cuando apenas está aprendiendo a habitarla.
Que la juventud tenga derecho a la duda,
a cambiar de rumbo,
a no saber qué quiere,
a elegir caminos que luego no querrá,
y a volver sobre sus pasos sin vergüenza.
Que no le vendan éxito, productividad ni rendimiento
como si fueran sinónimos de valor.
Que pueda probar, errar, caer y volver a intentar
sin que eso la defina, la marque ni la condene.
Que tenga tiempo libre. Tiempo hueco.
Tiempo sin propósito más que vivir.
Porque en esos vacíos crece lo que es propio.
Que se le brinden todas las herramientas
para descubrir sus dones,
no sólo los útiles o los rentables,
sino también los invisibles:
la empatía, el humor, la sensibilidad, la escucha,
el pensamiento libre, el asombro.
Que se la escuche sin burlas.
Que se la acompañe sin dirigir.
Que se la proteja sin cercarla.
Que se la cuide sin infantilizarla.
Que haya adultos que no hayan olvidado lo que duele crecer.
Que haya escuelas que no maten el deseo.
Que haya madres, padres, tías, profes, vecinos, que digan:
"Lo importante no es que tengas éxito,
sino que llegues a ser vos mismo,
sin miedo y sin deuda."
Que la juventud no sea una estación para pasar rápido,
sino un campo fértil donde sembrar sin presión,
para que algún día, cuando vuelva la mirada atrás,
no vea ruinas ni deberes inconclusos,
sino una tierra donde algo verdadero empezó a brotar.
Charlie, compañero de ruta del Carrito Literario 😍