07/08/2025
-Un grupo de trabajadores del reciclado (cartoneros, carreros y mujeres con niños) se concentró este martes frente al edificio municipal de Concordia para exigir respuestas por el cierre de la planta de reciclado “La Cruz”, ubicada en la zona del ex Aero Club.
Los manifestantes aseguran que fueron desalojados del lugar sin previo aviso, que atraviesan una situación de hambre y exclusión, y que el municipio respondió con represión en lugar de diálogo.
“Vinimos a pedir trabajo, nos recibieron con infantería”, expresó Bernabé Arocena, referente de la Federación de Cartoneros.
En declaraciones a El Sol-Tele5, Arocena relató:
“No nos dejaron ingresar al municipio. Vinimos pacíficamente a hablar con el intendente porque la situación es gravísima: los compañeros se quedaron sin trabajo tras el cierre de la planta. Nos desalojaron, nos persiguen en la calle, y ahora nos reciben con prepotencia y comandos de infantería. Hay mucho maltrato. No vinimos a provocar, vinimos a defender nuestra fuente de trabajo”.
“El Estado nos excluye”
El dirigente cartonero remarcó que el cierre de la planta no estuvo acompañado por ninguna política de inclusión ni alternativa laboral.
“El Estado nos excluye, nos discrimina, y no cumple con las leyes que garantizan la participación de recicladores urbanos en la gestión de residuos. Hay ordenanzas y normativas provinciales que nos respaldan, pero no se respetan”.
“Hasta maltrataron a mujeres con criaturas en brazos”
Arocena también denunció que durante el operativo de seguridad hubo situaciones de violencia hacia mujeres que estaban con sus hijos pequeños:
“Fue indignante. Había compañeras con bebés en brazos y ni siquiera eso los detuvo. Nos trataron como delincuentes. Somos una cooperativa de trabajo, no estamos pidiendo limosna: queremos trabajar, queremos que se respete nuestro derecho a ganarnos la vida dignamente”.
Exclusión, hambre y persecución
Desde la Federación de Cartoneros advierten que el cierre de la planta de reciclado profundiza la crisis social que atraviesan cientos de familias en Concordia que viven de esta actividad.
“Nuestro sistema de trabajo es la recolección de materiales (cartón, plástico, vidrio) que luego comercializamos en la cooperativa. Es una forma de subsistencia que el Estado debería reconocer y fortalecer, no perseguir. Cada vez nos empujan más a la marginalidad”, concluyó Arocena.