15/05/2024
El jueves 16, a partir de las 20 hs, Diego estará musicalizando, con sus propios discos de música de Córdoba, el restó bar de la Plaza Próspero Molina de Cosquín. En esta entrevista Diego nos cuenta como fue armando su colección de vinilos, hace un repaso sobre su trayectoria profesional y nos adelanta algo de lo que vamos a escuchar en “la noche de vinilos de La Donosa”.
Diego Quiroga fue productor y conductor del clásico programa “Nuestro Vietnam” que sonaba en Córdoba, primero por la radio X, y durante varias temporadas por la FM de la Universidad Tecnológica Nacional en épocas en que era dirigida por Carlos Busqued. Participó de experiencias televisivas de José Palazo, como “No Somos Ángeles”, y trabajó durante años en la disquería Mussnack, del recordado Perro Emaides. Desde el año 2002 dirige la Radio Pascal y sigue realizando colaboraciones periodísticas en La Voz del Interior y otros medios gráficos y televisivos.
-Nuestro Vietnam era un tema de Calamaro del Disco “Nadie sale vivo de aquí”. Hecho de saliva y sangre… decía la letra.
– En ese tema participaban Cerati y Fito Páez, me gustaba mucho ese disco. En esa época era muy seguidor de Calamaro. Me gustaba porque era cortita y la letra tenía varias connotaciones… cada uno que la escucha puede pensar en su propio Vietnam. Fue un programa que terminé de hacer en la radio La Rocka en el año 2000, siempre me lo recuerdan.
Era un programa en el que se podía escuchar lo que salía nuevo de rock hecho en Argentina.
– Sí. Yo tenía un amigo que vivía en Buenos Aires, lo iba a visitar, entrevistaba gente y me traía discos; pero además me gustaba pasar clásicos. Entrevisté a mucha gente en aquella época. Yo siempre me consideré más productor que conductor en radio, me gustaba que el programa tuviera muchas entrevistas para compaginar con la música que iba poniendo.
En esa época ya trabajabas en la disquería del perro. ¿Comprabas vinilos o compacts?
– Yo escuchaba radio y grababa cassettes. tengo el recuerdo de que cuando salió Parte de la Religión, en 1987, me propuse empezar a comprar discos de vinilo de rock argentino. A partir de ahí empecé a comprar, y al año siguiente empecé a trabajar con el Perro y como me hacían precio empecé a armar mi colección. En esos años, hasta el 92, yo ponía vinilos en la radio. A partir del 93 se empezó a usar mucho los compactos, pero nunca vendí mis vinilos. En el año 2000 volví a comprar vinilos. Empecé a comprar y canjear en el Parque Rivadavia de Buenos Aires. En el 2009, cuando Cerati saca Fuerza Natural, hace una edición en vinilo que estaba muy buena por la gráfica y era doble, por aquel tiempo el periodista de La Voz del Interior Dirty Ortiz tenía un programa en Radio Nacional que invitaba gente que tenía que llevar un disco para pasarlo y yo llevé Fuerza Natural y lo puse por primera vez, lo tenía sin estrenar. Me encanta el vinilo por el arte… los dibujos… por ejemplo La Hija de La Lágrima, o Random, de Charly García, tienen dibujos hechos por él y eso es algo muy lindo que se suma a la música.
¿Y tu trayectoria como musicalizador?
– Yo tenía un amigo que trabajaba conmigo en la disquería y pasaba música en un boliche, en esa época los dueños de los boliches iban a buscar música a la Mussnack que siempre tenía novedades, Edu, que era sobrino del perro, y quien me llevó a trabajar en ese lugar tan mágico, me invitó a pasar nacionales, después él dejó el trabajo y me recomendó. Estuve un tiempo pero como era en horario de recitales dejé de hacerlo porque no me quería perder nada. En los noventa volví a pasar música en la zona del abasto pero pasaba música que me gustaba y no estaba tan condicionado a hacer bailar a la gente. Después, cuando el vinilo empezó a ponerse de moda y surgieron ferias me llamaban porque sabían que tenía muchos discos. Ya en esa época yo tenía una buena colección de música de Córdoba. Me gustaba comprar mucho por las fotos y las tapas. Compré muchas cosas que ahora en las plataformas no se consiguen. Por ejemplo, recién el año pasado subieron discografía de Edmundo Cartos, uno de los grandes cantautores cordobeses. Los discos de Taambor o de Pasaporte, o de Di fulvio, no está todo, por lo menos oficial. Yen Córdoba al ser una ciudad universitaria en medio del país se da que muchos músicos comienzan su trayectoria acá y hay una discografía muy interesante en cuanto a folclore y fusión con otros estilos. En esos últimos años se ha dado una escena musical que se sigue descubriendo y que es muy interesante.
¿Qué discos de Córdoba te parecen claves para entender la escena actual ?
– Los discos de Tamboor, el grupo de Daniel Giraudo, que salieron en el 84 y en el 86, no están oficialmente en Internet. El primero, La sal de Mandinga, es muy interesante, recién ahora se está entendiendo. En aquella época no fue entendido, actualmente los grupos de folclore, en Cosquín y en otros festivales están tocando temas de esta obra.
Y de clásicos de la discografía de Córdoba, como el Chango Rodriguez…
– Sí, él era de La Rioja pero se vino a Córdoba de chiquito y en su música tiene canciones con letras que muestran el humor y la chispa cordobesa.
¿Estas cosas van a estar en la propuesta del jueves, pasando música y comentando?
– Sí, a mi me interesa la difusión. Por eso compro discos de Córdoba, es la materia prima como periodista. Hace unos años cuando se cumplieron los 60 años del festival de Cosquín yo publiqué una nota en La Voz del Interior donde hablaba de los cordobeses y cordobesas que dejaron una huella en el festival. Me parece muy importante que no se pierda, tenemos muchas radios pero poca variedad. A mi me encantan este tipo de propuestas para mostrar y hablar de la música argentina y de Córdoba.
¿El hecho de que la actividad sea en la plaza Próspero Molina te provoca algo?
– Ni hablar. Para mí ese lugar es mágico. Cuando hice esa nota que te mencionaba me enteré de tantas historias que pasaron ahí que es un orgullo y una responsabilidad estar en ese lugar tan rico musicalmente.