25/03/2025
Desde aquel discurso "La hora de la espada", desde las interrupciones institucionales realizadas en nombre de la justicia y la sociedad, desde la p**a oligarquía que se creía la mejor y en verdad son vasos vacíos, sin fundamentos y pretextos. Desde que se mataba en son de la reorganización de un país abatido, desde que desaparecían hijos, madres, padres, nietos, abuelos; así por qué sí; desde que uno iba a trabajar para bancar la olla, desde que uno luchaba por el solo hecho de ser feliz, solo desde ese momento se da uno cuenta que el genocidio hecho por unos gorilas fascistas e indefectiblemente totalitarios fue el suceso más aberrante ya hace 49 años. Por eso, señoras y señores: "Nunca más". Soy hijo de la democracia, pero eso tuvo su costo, ni olvido ni perdón.
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