27/06/2025
🥹El mundo de la música y el cine despide a una figura monumental. El compositor, pianista, arreglador y director de orquesta Boris Claudio “Lalo” Schifrin
Nacido en Buenos Aires el 21 de junio de 1932, en una familia profundamente musical —su padre fue concertino del Teatro Colón—, Schifrin estudió piano desde los seis años y se formó en el Conservatorio de París con Nadia Boulanger. Allí comenzó a gestarse su estilo inconfundible: un puente entre la tradición clásica, el jazz, el tango y los ritmos latinoamericanos.
A lo largo de su extensa carrera, compuso más de 100 bandas sonoras para cine y televisión. Su tema para la serie Misión: Imposible (1966), con su inolvidable métrica en 5/4, fue descrito como “la melodía más contagiosa jamás escuchada”.
Schifrin colaboró con grandes figuras como Dizzy Gillespie, con quien grabó Gillespiana, y escribió obras sinfónicas como Jazz Suite on the Mass Texts. En 1990, fue el encargado de dirigir el histórico concierto de Los Tres Tenores en el Mundial de Italia.
Era un excelente pianista de jazz y llamó la atención, nada menos, de un músico al que idolatraba: el trompetista Dizzy Gillespie, el maestro del bebop. Lalo le compuso una gran suite de cinco movimientos que tituló Gillespiana y Dizzy le ofreció unirse a su banda en Nueva York, en 1960.
Investigó la música asiática para componer la banda sonora del clásico de artes marciales de Bruce Lee de 1973, Operación Dragón, lo que a su vez inspiró al director Brett Ratner, 25 años después, a contratar al compositor para su trío de comedias de acción Rush hour. Entre sus otras películas de los años '70, empleó pasajes corales futuristas para THX 1138 de George Lucas, sonidos renacentistas para Los Cuatro Mosqueteros y creó una festiva atmósfera de carnaval para Montaña rusa.
En otra oportunidad decclaró: “Hay dos artes del siglo XX que abracé, y no por snobismo: el jazz y el cine”. Pero fue mucho más, un músico formidable, completo. Sencillamente excepcional.