
29/09/2025
Estudios de resonancia magnética han revelado algo realmente conmovedor sobre los perros y su vínculo con sus compañeros humanos.
No se trata solo de golosinas, juguetes o incluso la compañía de otros perros; el amor de los perros por sus humanos es mucho más profundo.
Investigadores descubrieron que cuando un perro percibe el olor de su dueño, una parte específica de su cerebro, llamada núcleo caudado, se activa mucho más que cuando huele comida u otro animal.
Esta área del cerebro está vinculada a sentimientos de amor, alegría y recompensa, lo que demuestra que los perros no solo reconocen el olor de su familia, sino que se sienten abrumados por la felicidad y el afecto.
Esta poderosa reacción revela que cuando nuestros amigos peludos nos miran con esos ojos de adoración o corren a saludarnos en la puerta, no es solo instinto o hábito.
En lo más profundo de sus cerebros, los perros sienten un amor genuino y profundo por nosotros, uno tan real y significativo como el que sienten otras especies animales como individuos que son y su capacidad de sintiencia.