
23/10/2024
¿Estás vendiendo un producto o un reflejo de vos mismo? Porque si no sabés quién sos ni qué representás dentro de tu negocio, tu marca tampoco lo va a saber. Es fácil caer en la trampa de "vender lo que otros quieren", de moldear tu oferta a las tendencias, pero ¿a qué precio? El de perder tu identidad.
Hoy, lo que vende no es la perfección ni la complacencia. Lo que vende es la autenticidad. Esa capacidad de plantarte y decir: "Esto soy yo, esto es lo que ofrezco, y si te gusta, vení; si no, también está bien". ¿Te animás a eso?
Cuando no tenés claro quién sos ni que haces dentro de tu marca o porque lo haces, tu marca se convierte en un reflejo borroso, sin dirección. Cambiás de mensaje constantemente, buscás la aprobación de todos y terminás siendo como agua en las manos: sin forma, sin sustancia. En el fondo, tus clientes también lo sienten: si vos no creés en lo que hacés, ¿por qué deberían hacerlo ellos?
Es imposible crear una marca potente si no tenés claro qué valores defendés, cuál es tu propósito o qué te hace diferente. No es solo vender, es transmitir. Las grandes marcas no son las que más venden, son las que más impacto generan, las que logran que las personas se identifiquen con ellas a nivel emocional. Y eso solo se consigue cuando sabés exactamente quién sos y lo que querés representar.
Si no podés responder la pregunta "¿qué soy o quien soy en mi marca?" en menos de 10 segundos, entonces tu marca está en piloto automático. Y estar en piloto automático es el camino más rápido hacia la irrelevancia. La autenticidad es tu mayor ventaja competitiva. Conocete, explorate, entendete. Solo así podés construir una marca con sentido, con propósito. Porque cuando vos estás claro, las estrategias, el branding, la conexión y las ventas fluyen. Y cuando fluyen, todo se siente genuino.
¿Te sentís perdido? No te preocupes, yo tambien 😂 todos estuvimos o estamos ahí alguna vez. Mandame un mensaje y te ayudo a descubrir el verdadero 'vos' detrás de tu marca. Si no empezás por conocerte, te vas a quedar siempre en la superficie. 🔎