23/01/2025
A 36 años del intento de copamiento de La Tablada: cómo fue el ataque que terminó con más de 40 mu***os
El 23 de enero de 1989, cuarenta y siete miembros terroristas del Movimiento Todo por la Patria (MTP) entraron abriendo fuego al cuartel militar de La Tablada, con la intención de tomarlo y apropiarse del armamento. Pronto, encontraron resistencia por parte de los soldados y se libró una batalla sangrienta en plena democracia.
Está es la cronología de uno de los días más tristes y oscuros de nuestra historia reciente.
Son casi las seis y media de la mañana del lunes 23 de enero de 1989 cuando el Mayor Horacio Fernández Cutiellos escucha disparos, mira por la ventana y pronto se da cuenta de que están atacando el cuartel del que circunstancialmente quedó a cargo. No llega a ponerse los borseguies, apenas se queda con sus alpargatas y se dirige al teléfono. Llama a La Plata, donde reporta, y anuncia lo que está sucediendo. El Comandante le dice que enseguida van para allá, para La Tablada, y Fernández Cutiellos responde que dará su vida por defender el cuartel. Unos minutos después, atravesado por dos balazos, cumplirá su juramento para con la Patria.
Durante dos días la atención de todo el país se centró en el Regimiento de Infantería Mecanizada 3 General Belgrano, ubicado en La Tablada. El saldo: 45 personas muertas (32 atacantes -4 de ellos desaparecidos-, 9 militares, 2 policías, y 2 civiles). Más de 100 heridos. Y un cuartel destruido.
Todo comenzó cuando integrantes del Movimiento Todo por la Patria ingresaron al cuartel a la fuerza, Su idea era tomar los tanques y dirigirse a Plaza de Mayo “con el apoyo de la gente”. Para eso se hicieron pasar por carapintadas, pero el plan se fue de las manos muy pronto. El líder, Enrique Gorriarán Merlo, ex miembro del ERP, que comandó la operación pero desde lejos: él nunca entró al cuartel.
Roban un camión de gaseosa. Estaban sobre la calle Venezuela, cerca de la localidad de San Justo. Ahí asaltaron y tomaron posesión de este camión Ford, conocido como ‘el camión de Coca Cola’. Después, en la rotonda de Crovara y Somellera, lanzaron panfletos diciendo que eran el ejército de Rico y Seineldín, el ejército carapintada. Luego, con el camión robado como primer vehículo, entran al cuartel. Los soldados de guardia se aproximan a él confiados: no era extraño que fuera un proveedor un lunes a dejar cosas, aunque era ciertamente muy temprano (eran las seis y media de la mañana). Y entonces, cuando los soldados se aproximaron, comenzaron los disparos. Ingresó el camión y luego siete autos más, que se distribuyeron por varios edificios del cuartel. Así comenzó el ataque... Los soldados que mataron en la guardia tenían solo 19 años”